Simone Biles vuelve a escena en el Mundial de Doha

Después de unos Juegos Olímpicos de 2016 fastuosos -cinco medallas, de las que cuatro fueron de oro (general individual, suelo, salto y por equipos, más un bronce en viga equilibrio)-, Biles realizó un parón de 15 meses que dedicó a alcanzar las semifinales de la versión estadounidense de 'Bailando con las estrellas'. Después su entrenador de toda la vida, Aimee Borman, se fue a Florida y la estrella regresó al trabajo a las órdenes de los franceses Laurent Landi y Cécile Canqueteau-Landi.

Apenas un año después, todo indica que la superestrella de la gimnasia está a punto de recuperar su dominio -catorce medallas de oro olímpicas y mundiales cuelgan de su cuello de las 23 que se pusieron en liza entre 2013 y 2016, cuando inició su paréntesis-.

En los campeonatos de Estados Unidos, a mediados de agosto, ganó el concurso general con más de seis puntos de ventaja sobre la vigente campeona del mundo, Morgan Hurd. Y se llevó los cuatro títulos por aparatos, entre ellos su primero en barras asimétricas, el único en el que no se siente cómoda. Una cosecha inédita desde 1994. «Regresé hace sólo nueve meses, estoy muy orgullosa de mí», se congratuló entonces en Twitter. «Mi año 'off' ayudó realmente a mi cuerpo a descansar», estimó. «Tengo incluso la impresión de haber mejorado respecto a Río», completó.

De hecho, no conforme con regresar, la gimnasta texana aumentó la dificultad de sus ejercicios, de lo que es ejemplo un salto inédito que será bautizado con su nombre si lo logra hacer en Catar.

Biles tenía razones para haberse desestabilizado, ella, que confesó en enero que formó parte de las víctimas de Larry Nassar, exmédico del equipo femenino de gimnasia que originó uno de los más graves escándalos de la historia del deporte estadounidense, condenado por centenares de agresiones sexuales cometidas durante décadas. Biles optó por abandonar el histórico centro de la gimnasia de Estados Unidos, el rancho Karolyi, y se mostró en contra de la nominación de Mary Bono como directora interina de la federación estadounidense, que dimitió cuatro días después.

En Doha, dos récords podrían caer en manos de Biles. En primer lugar, un cuarto título mundial individual (tras los logrados en 2013-2015): nunca una gimnasta sumó esa cifra (Uchimura suma seis en categoría masculina). Y en caso de colgarse tres oros, Biles se erigiría en la gimnasta más laureada entre hombres y mujeres en los mundiales, por delante de Vitaly Scherbo (12).

Antes de las pruebas individuales, Biles formará parte del 'Team USA', ganador desde 2011 y favorito en la competición por equipos. En mujeres y en hombres se repartirán tres billetes para los Juegos de Tokio 2020.

En categoría masculina, a sus 29 años, el japonés Uchimura tendrá complicada una séptima medalla de oro en el concurso general, ya que cuenta con problemas físicos en un tobillo desde las clasificaciones a los Mundiales de 2017.