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A. CUBILLAS
Miércoles, 12 de julio 2017
Sergio Sánchez recobra su libertad. Y lo hace defendiendo su inocencia. El atleta gordonés ha sido puesto en libertad tras la celebración de un juicio rápido en la tarde de este miércoles del que sale sin cargos después de que no se haya podido demostrar la autoría del delito de violencia de género por el que fue detenido.
Una detención que se producía diez minutos antes de las doce de la noche del martes después de que su todavía mujer interpusiera en la Comisaría de la Policía Nacional una denuncia por malos tratos, que ha obligado a Sánchez a permanecer durante toda la noche en los calabozos policiales.
Sin embargo y tras analizar las pruebas de la demandante y el demandado, el juez ha decretado la libertad del atleta que ya ha regresado al domicilio familiar que, precisamente, la mujer debía abandonar tras ser condenada por un delito leve de amenazas en el ámbito familiar y un delito leve de vejaciones.
Un dictamen judicial -al que ha tenido acceso este diario- que recibía a primera hora del martes y que imponía a su mujer una orden de alejamiento por la que no podría acercarse ni a Sergio ni al domicilio familiar a una distancia inferior de 500 metros así como la prohibición de comunicarse con él durante el periodo de un año.
Una notificación que, según remarca Sánchez, fue el desencadenante de su detención. Según ha relatado a leonoticias, tras recibir la orden de alejamiento, su mujer, de la que se encuentra en proceso de separación, empezó a verter amenazas contra el atleta y sus familiares advirtiendo de que “o retiraba la denuncia o acabaría en los calabozos”.
Y la amenaza se cumplió. Horas después Sergio era detenido por un delito que, remarca, nunca cometió. El atleta narra que a las 20.00 horas salió a correr por la ribera del río Bernesga acompañado por un amigo y no regresó a su vivienda hasta dos horas después, parando previamente en la gasolinera de Eras de Renueva para comprar.
Un periodo de tiempo en el que supuestamente, según la denuncia, cometió la agresión. “Hay testigos que demuestran que no pude cometer los malos tratos de los que me acusa. Se trata de un atropello bestial y lo voy a demostrar con pruebas”, asegura Sánchez, que califica esta denuncia de una “pataleta de su mujer”.
“Vamos a intentar recopilar toda la información y a reconstruir los hechos para que salga a la luz la verdad de lo ocurrido. Ya existía una orden por la que tenía que abandonar el hogar y no tendría sentido una reacción así. Además, jamás cometería esa agresión”.
Porque Sánchez insiste en que su mujer ha fingido unos malos tratos “que nunca existieron”, es más se muestra convencido de que las lesiones que justificó “se las causó ella misma” para “dar la vuelta a la tortilla e intentar tirar abajo un proceso judicial por el que había sido condenada”.
Por ello, el atleta se muestra convencido de que demostrará su inocencia aunque no olvida que la reacción de una mujer “rabiada” le ha obligado a pasar una noche en los calabozos, a acudir esposado a los juzgados y, lo peor de todos, a sufrir un juicio paralelo, el mediático. “Ha sido la ostia”.
Pero las consecuencias van más allá. Sánchez lamenta la grave repercusión que tiene una denuncia falsa para la víctima de violencia de género. “No se merecen este daño causado por una mujer que busca conseguir otros fines”, lamentó Sánchez, que intenta recuperar el pulso de su vida diaria tras la pesadilla vivida en las últimas 24 horas.
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María Díaz y Álex Sánchez
Almudena Santos y Leticia Aróstegui
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