Selezneva: «Carolina Rodríguez es un icono de la gimnasia, no solo de la española»

«Lo es no solo para los españoles, sino para todo aquel que tenga contacto con la gimnasia en cualquier parte del mundo, porque ella tenía un estilo único, sus montajes siempre eran muy interesantes y destacaban por su expresión«, relata la gimnasta rusa.

Selezneva fue el refuerzo de lujo del Club Ritmo el primer año de la puesta en marcha de la competición liguera por clubes y donde estrenaron el palmarés con el título en Alicante, que revalidaron el pasado año en Cartagena y repitieron la semana pasada en Almussafes (Valencia).

Por ello, Ruth Fernández contó de nuevo, después de haberlo hecho en 2018 con la subcampeona mundial, la israelí Linoy Ahsram, de nuevo con la gimnasta rusa que se ve reflejada precisamente en la longevidad de Carolina Rodríguez en este deporte para intentar acercarse a la edad en la que la leonesa abandonó la alta competición, por encima de la treintena.

A sus 24 años confía en seguir creciendo en la auténtica potencial mundial de este deporte donde la competencia es la norma desde hace décadas y donde en cada campeonato o torneo donde participa, encuentra siempre a sus compatriotas como principales rivales, aunque en los últimos años la gimnasia rítmica se ha universalizado ampliando su espectro a varios países.

A pesar de la diferencia de potencial entre la gimnasia rítmica rusa y la española, uno de sus máximos exponentes valora el crecimiento progresivo «con gimnastas españolas de un nivel muy alto, que realizan difíciles riesgos y maestrías con los aparatos y dificultades corporales muy interesantes«.

De hecho, en la reciente fase final de la Liga de Clubes fue vencida en aro por la internacional española del Mabel de Valencia, Noa Ros.

En su trayectoria personal destaca la labor realizada por dos de sus entrenadoras Olga Nazarova e Irina Viner-Usmanova que le han permitido lograr un objetivo «largamente buscado y por el que se trabajaba, siempre con la ayuda de su ayuda y motivación».

En el Club Ritmo, en esta corta experiencia, tras disputar la Fase final en 2017 y la clasificatoria y final este año, Selezneva reconoce haber sentido «muy querida y arropada» por sus compañeras y entrenadoras.

A ello une que siempre que ha competido en España se ha encontrado «muy cómoda, porque el público es increíble y el apoyo hace sentirte especial y que eres capaz de poder con todo, es algo brutal«.

Por ello deja abierta una puerta a repetir la experiencia el año próximo «algo que siempre será un placer», afirma convencida antes de iniciar su gran objetivo, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.