Ante la incertidumbre competitiva, un nuevo atletismo

Hay quien ha decidido aprovechar para dar forma a un nuevo atletismo. Los Bislett Games de Oslo se han reconvertido en los Impossible Games. El próximo 11 de junio, y dentro de la normativa noruega frente al coronavirus, varias estrellas competirán en un entorno innovador. El bicampeón mundial de 400m vallas Karsten Warholm intentará batir el récord de los atípicos 300m vallas en un uno contra uno. Mientras, Mondo Duplantis se enfrentará a Renaud Lavillenie en la pértiga, el sueco en el estadio y el francés en el jardín de su casa. Todo en la televisión pública del país.

En España, dos de las figuras del atletismo nacional se han retado para darle vida al que será un verano atípico. El cuatrocentista Óscar Husillos y el mediofondista Adrián Ben competirán en una distancia intermedia, los 500m, a lo largo del mes de julio. En la medida en la que la desescalada lo permita, el duelo será en una misma pista con ambos atletas juntos, a contrarreloj por turnos o cada uno en su ciudad. Será retransmitido por streaming y, si llegado el momento es posible, con público en las gradas.

«A muy corto plazo, veo bien que se haga alguna cosa así para matar el gusanillo competitivo, pero tenemos que luchar para que en otoño haya un atletismo lo más normal posible. Es como si en un partido de fútbol jugaran cuatro contra cuatro para dejar más espacio. No sería fútbol», sentencia Antonio Serrano, entrenador de algunos de los mejores fondistas de España.

Serrano señala además los problemas económicos que el coronavirus puede acarrear. «Se va a llevar muchas cosas por delante, porque habrá menos dinero público y privado para competiciones», lamenta. «Habrá un año o dos malos, pero creo que después se recuperará todo», añade. Aunque el principal perjuicio puede ser otro: «La gente joven, de 20, 21 o 22 años, que están ahí entre dedicarse a entrenar o a estudiar y pueden dar el salto, a ellos les va a costar un poco más».