En la lucha leonesa, Felipe León era un mito. Su nombre, y el de otros muchos, sirvió para forjar un deporte con la raíz en la tierra, con la mano en la cinta, con la cadrilada perfecta primero en la cabeza y luego sobre la ... hierba,
Publicidad
Felipe León era un tipo grande, enorme, un paisano de León que convirtió la tradición y la lucha en una seña de identidad a nivel personal y de la tierra que pisaba.
En la lucha marcó una trayectoria enorme y su afición le llevó a acercarse a los corros hasta que las fuerzas se lo impidieron. Daba igual, la lucha siempre viajó en su corazón.
Felipe León era 'el mago de Villaquilambre' y nadie de este deporte le tenía en otra consideración que la de una enseña personal, humana y deportiva.
Nació en 1933 y se proclamó campeón de ligeros en 1953. Un año después logró la corona y el cinto de campeón en la categoría de pesados y, a partir de ahí, seguiría siendo el campeón durante once años más, hasta 1967.
En total, fueron doce títulos, dos perdidos y uno ausente por lesión. Un balance espectacular para un luchador de quien siempre se ha destacado su poderío y nobleza.
Felipe León se va con su hermano Ubaldo, otro histórico luchador y un hombre de bien, un personaje entrañable del municipio de Villaquilambre al que en su día se despidió con orgullo y sentido reconocimiento.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.