Lydia Valentín recibe el calor de su gente como «imagen del deporte limpio»

Valentín ha tenido así la oportunidad de brindar a sus vecinos la medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, que le entregó el pasado martes el Comité Olímpico Español (COE) gracias a la descalificación por dopaje de tres de sus rivales.

La haltera berciana sigue a la espera del oro de Londres 2012 tras la medalla de bronce de Río de Janeiro y la de Pekín.

El municipio berciano de Camponaraya se rindió a la figura de la deportista local Lydia Valentín, medallista olímpica y campeona del mundo de halterofilia y a quien el director general de Deportes, Alfonso Lahuerta, se refirió como «el símbolo deportivo de Castilla y León». Visiblemente emocionada, la halterófila recibió el calor de vecinos, amigos y familiares en un acto que abarrotó el recinto ferial de su localidad natal.

La campeona del mundo de halterofilia, de 32 años, celebró con sus vecinos los logros deportivos del pasado año, en el que se ha alzado con el campeonato del mundo y ha recibido la medalla de plata conseguida en Pekín (China) hace ahora diez años y que se le entregó con una década de retraso tras la descalificación por dopaje de las tres deportistas que la precedieron entonces en la clasificación.

Además, Valentín ganó otra medalla de bronce en los últimos Juegos Olímpicos, celebrados en 2016 en Río de Janeiro (Brasil) y el Comité Olímpico Internacional (COI) le ha reconocido ya también el oro ganado en los Juegos de Londres de 2012 por el mismo motivo, la descalificación por dopaje de las tres competidoras que se subieron al podio, y está pendiente de entregar la presea a la berciana.

En el acto de este sábado, en el que también estuvo presente el que fuera su primer entrenador, Isaac Álvarez, así como el presidente de la Federación Española de Halterofilia, Constantino Iglesias, quien elogió la figura de Valentín como «imagen del deporte limpio».