Lydia Valentín, en leonoticias: «Quiero volver a competir en mi categoría y luchar por todo en París 2024»

Con motivo del FID 2021, donde Lydia Valentín ha sido una de las ponentes, además de madrina del evento y galardonada con el I Premio FID, la halterófila de Camponaraya ha repasado en leonoticias una temporada llena de inconvenientes que pusieron en jaque su presencia en Tokio, donde no pudo rendir al 100%. Pero de los malos momentos surgen nuevas oportunidades, o así piensa Valentín, que ahora coge fuerzas para afrontar un reto, de nuevo, mayúsculo: buscar su cuarta presea olímpica en París 2024.

Regresas al FID, en el que ya estuviste en 2018. ¿Ha cambiado mucho el evento?

Sí, esta es la quinta edición y cuando vine, en la segunda, el proyecto estaba comenzando. Ha cambiado muchísimo, tanto que ya soy madrina del evento. Estoy contento, porque es una gran idea que se lleva a cabo en mi tierra y es algo que disfruto y nos sirve para acercarnos a la gente.

Y, además, recibes el I Premio FID

Es algo que me hace mucha ilusión, porque realmente valora toda mi trayectoria, cada triunfo, cada medalla... y más aún en este año que ha sido tan complicado, que ha sido mi mejor año ni he tenido la participación en los Juegos Olímpicos que hubiera deseado. Y, además, soy la primera. Me llena de orgullo.

En la actividad previa a la ponencia, tuvisteis una firma de autógrafos con los niños leoneses. ¿Cómo de importante es que os acerquéis a ellos y conozcan vuestro deporte?

Es fundamental que vean referentes en distintas disciplinas y proyecten en nosotros los valores del deporte, que conseguir los sueños es posible y que sepan cómo es el deporte que, al final, es algo que les va a formar también como personas. Les estamos abriendo un camino en el que se pueden ver y reflejar. A mi me hubiera gustado tener, con 10 o 12 años, un referente en mi deporte.

Este año no ha sido el más sencillo para Lydia Valentín y se empieza a torcer en abril, en el Europeo de Moscú

Ahí se complicó todo. Tenía muchas ganas de este año, la pandemia retrasó un año más los Juegos Olímpicos después de haber hecho el mejor ciclo olímpico de mi vida, con títulos europeos, dos campeonatos del mundo consecutivos... Estaba muy motivada y empecé muy bien el año aquí, en León, en la Copa de España. Pero llega el Europeo y no puedo viajar por una gastroenteritis. Sólo necesitaba estar allí para clasificarme para Tokio, sólo necesitaba estar en una competición internacional más sin la obligación de quedar campeona y ser medalla para asegurar mi presencia en Tokio. Pero no pude ni viajar. Al no poder competir, no lo tenía asegurado.

Y había que buscar una alternativa

Queríamos asegurar al cien por cien estar en Tokio. Fueron semanas de muchos vaivenes y estrés, algo a lo que no estoy acostumbrada, y se dio la opción de cambiar de peso para buscar otra competición – los Juegos Iberoamericanos – para estar segura de ir a Tokio. Al final, por ránking, hubiera ido en mi peso habitual, pero queríamos estar seguros. Para más inri, me lesioné de la cadera, yo creo que de ese estrés, y todavía estoy recuperándome de ello. Ha sido un año diferente, que no me esperaba para nada, pero las cosas han venido así y hay que asumirlo. Ahora estoy centrada en volver a estar en plena forma de cara al año que viene.

Vas a Tokio en una categoría que no es la tuya y que en tu deporte, ¿es un gran hándicap?

Sí, es gigantesco. Si te preparas a conciencia durante dos o tres años, es viable, pero en unos meses es miy difícil. Necesitas un proceso para conocer tus marcas y tus rivales. Todo cambia, no ves las cosas como normalmente las ves porque, simplemente, no es tu categoría.

El problema es que en España se relaciona a Lydia Valentín con pelear por las medallas

Estando bien, podría haber luchado por ello, pero competía en un peso que no era al mío y lesionada, no pude ni entrar al 100%. Se juntaron muchas cosas y viajé a Tokio sabiendo que, incluso, podía no competir. De hecho, me infiltraron en la villa olímpica el día de competir y con la premisa de que, si en el calentamiento me daba cuenta de que no podía competir, no lo iba a hacer. Lo fácil hubiera sido no ir, justificar que estaba lesionado y ya está, pero quería estar en mis cuartos Juegos Olímpicos, aunque no llegué como me hubiera gustado.

Y se abre la puerta de pelear por París 2024

Claro. Es que quiero competir en mi categoría, con normalidad y volver a luchar todo. Realmente, es ahí donde quiero estar y no queda tanto, faltan tres años.

¿Estás lista para otros tres años, como dices, de sacrificio físico y mental?

No es fácil, más aún cuando ya lo has conseguido todo en tu deporte. Te tienes que motivar cada día, te tiene que apasionar lo que haces, mejorar cada día y ponerte objetivos para ir cumpliéndolos. Eso te permite afrontar un objetivo a tres años porque, si te centras únicamente en esa cita lejana, es mucho más difícil, hay que ponerse metas a corto y medio plazo. Ahora mismo, no quiero pensar en los Juegos Olímpicos, estoy todavía recuperándome emocionalmente de Tokio 2021, que ha sido muy duro. Tengo que volver a competir, a tener buenas sensaciones y recuperarme al 100%. Al final, esto es el deporte: resilencia y ganas de continuar.

¿Has pensado ya en el día después de dejar la halterofilia activamente? ¿A qué se va a dedicar Lydia Valentín?

En mi cabeza tengo diferentes proyectos que quiero desarrollando, pero siempre vinculada al deporte. Estoy hecha de deporte y no estaría feliz si me desvinculase de la halterofilia.

¿Te sientes reconocida en tu provincia?

Me siento querida en mi tierra y en mi país, pero como todo: hay que gente que me valora más y otra que no tanto. Hay personas que no empatizan con un deportista porque, quizá, no sabe lo que hay detrás. Es un problema de desconocimiento del sacrificio que hacemos desde niños para cumplir un sueño y centrarnos en nuestros objetivos, separándonos muy pronto de nuestras familias para representar a nuestro país y luchar por las medallas. Yo tengo la suerte de sentirme querida en León y en España.

En ocasiones, se es cruel con los deportes y sólo se les valora por un resultado

Es cierto que sólo se ve la medalla, pero yo hago deporte porque me gusta y disfruto con él, no para que se me reconozca lo que hago. Si se me reconoce, estoy encantada y me alegra, y si no, pues también, no pasa nada. Mucha gente hace cosas muy grandes en su día a día, en sus profesiones, y no se les reconoce tanto.

Y una última sobre tu tierra. En El Bierzo está más desarrollada la halterofilia pero, ¿qué se puede hacer en el resto de León?

Aquí hay unas instalaciones buenísimas – el CAR de León – donde ha comenzado los entrenamientos ahora la selección júnior en un proyecto liderado por la Federación de Halterofilia que va a permitir que salga gente muy buena de León y de El Bierzo. En Camponaraya está Isaac Álvarez en el club, que se deja la vida de forma pasional por este deporte con niños desde 8 y 9 años. Tiene buen ojo para captar talento y está cada día peleando por este deporte.