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Itziar deja una enorme cricatriz en el deporte leonés. En la rítmica, el deporte al que amaba, mucho más. Su corazón lo inundaba todo. Fue así en los inicios, en la época más intensa de la competición y más tarde cuando abandonó el tapiz. ... Lo suyo, era magia.
Estuviera cerca o lejos de León siempre estaba pendiente de los resultados de su club, el Ritmo, por el que sentía una pasión admirable, y siempre con la misma ilusión del primer día, como si el tiempo no avanzara.
Esa complicidad, que se hizo mutua en innumerables ocasiones, dejaba ver la enorme huella que el deporte y el Ritmo habían trasladado a su vida.
«Era genial en todos los sentidos, admirable, de verdad, una persona maravillosa», no se ha dejado de reconocer en los últimos días tras hacerse público su fallecimiento cuando apenas había cumplido los 34 años.
Itziar llevaba tres largos años de lucha contra el cáncer, una enfermedad que le arrebató una parte de su salud, pero nunca la sonrisa, ni la ilusión.
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Quienes estuvieron cerca de ella recuerdan que siempre pensó en superar la enfermedad. «Tenía tantas ganas de vivir», recuerdan. Y esas ganas, esa arrebatadora forma de entender la vida, le hicieron que nunca bajara los brazos.
Los mensajes de dolor y las condolencias han inundado la escena deportiva tras su muerte. «Tu club, ese que te vio crecer, en el que te formaste como gimnasta, al que seguiste vinculada tras tu retirada y del que siempre vas a formar parte, te echará de menos», aseguraba Ruth Fernández en sus redes sociales.
«Siempre te recordaremos con una gran sonrisa, esa que no perdiste en ningún momento y con la que nos decías que nunca te ibas a dar por vencida», añadía.
«Te hemos visto luchar con una fuerza sobrehumana, y durante estos duros años que te han tocado vivir, hemos aprendido que con ilusión, tesón y muchas ganas de luchar, se puede llegar mucho más lejos de lo que se empeñan en hacernos creer, hemos entendido que cada minuto de vida merece la pena, que tenemos que aprovecharlos porque no sabemos cuándo pueden ser los últimos y que somos muy afortunados aunque a veces, no sepamos valorarlo», remarcaba.
Todo, con un enorme pesar por el repentino adiós: «No ha podido ser, te has ido mucho antes de lo que merecías dejando un gran vacío en nuestros corazones. El Club Ritmo te recordará siempre».
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