El depredador sexual Larry Nassar, apuñalado en la cárcel

Un lustro después de su ingreso en la cárcel tras ser condenado en 2018 con hasta 175 años de prisión, el monstruo de las gimnastas norteamericanas, entre ellas la mítica Simone Biles, fue agredido con un arma blanca durante un altercado con otro preso y debió ser trasladado de urgencia a un hospital local. El FBI ya está llevando a cabo una investigación interna para determinar las causas de la agresión a Larry Nassar.

Ningún otro interno ni miembro de seguridad de la Penitenciaría Federal Coleman resultó herido durante el ataque a Nassar, que fue encubierto durante su larga etapa de abusos no solo por entrenadores y ayudantes de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos (US Gymnastics), sino también por la Universidad de Michigan y autoridades deportivas del país. Entre sus víctimas, Simone Biles, la gran estrella de los Juegos de Río 2016 y las también medallistas de oro olímpicas Aly Raisman y McKayla Maroney acusaron hace dos años «a un sistema entero que permitió» los abusos de Nassar.

McKayla Maroney llegó a responsabilizar también a la policía federal por no actuar para prevenir las agresiones sexuales cometidas por el doctor que el próximo mes cumplirá 60 años y pasará su vida entre rejas. «No solo el FBI no hizo una investigación, sino que cuando los agentes federales finalmente hicieron un informe 17 meses más tarde, hicieron declaraciones falsas sobre lo que se había dicho», aseguró Maroney, que ahora tiene 27 años y sufrió abusos por parte de Nassar desde que tenía 13 y hasta su retirada en 2016.

«Nos han defraudado y nos deben explicaciones», declaró por su parte, con la voz entrecortada por la emoción, Simone Biles, ante la comisión del Senado encargada de examinar los «fallos» de la investigación una vez condenado Nassar a perpetuidad por un juzgado de Michigan. «Hago responsable a Larry Nassar y hago responsable a un sistema entero que permitió y perpetró estos abusos, la Federación estadounidense de gimnasia y el Comité Olímpico de Estados Unidos», proclamó Biles, quien se preguntó en voz alta, durante un testimonio desgarrador, «¿cuál es el valor de una niña?». Porque al pervertido osteópata Larry Nassar no le importaba si sus víctimas tenían cinco, diez o veinte años para introducir sus dedos en los genitales de las gimnastas que acudían a él para tratar sus dolores musculares.

Tras hacerse pública la sentencia a Nassar, más de un centenar de víctimas, incluida Simone Biles, reclamaron de manera colectiva al Gobierno Federal una indemnización superior a los 1.000 millones de dólares porque el FBI no detuvo al exmédico cuando llegaron las primeras acusaciones contra él en 2015. Nassar no fue arrestado hasta un año después.