José Julián Becerro: «En nuestra cabeza está pelear por el oro»

Es el momento de la verdad para el piragüista bañezano José Julián Becerro. Después de una temporada de gran nivel, culminada con un bronce en el Campeonato de Europa y el triunfo en el Descenso del Sella, en ambos acompañado del asturiano Miguel Castañón, el leonés busca el broche a un 2019 inolvidable en el Campeonato del Mundo de piragüismo en distancia de maratón de Shaoxing (China).

Tras una preparación exigente para poder afrontar de la mejor manera posible los 30 kilómetros de recorrido y más de dos horas de esfuerzo, Becerro considera que tanto él como su pareja llegan «en un gran estado de forma». «Hemos trabajado mucho, cumpliendo con los objetivos marcados día a día y, por ahora, los resultados se están viendo en el agua, ahora que queremos refrendar el domingo», señala.

A partir de las 14:00 horas, hora china, seis menos en España (8:00 horas), Becerro y Castañón buscarán en Shaoxing culminar un gran 2019. «Es el broche a un gran año con ese bronce europeo y la victoria del Sella. Pero este es y ha sido durante todo el año el gran objetivo de la temporada», afirma el leonés.

El bañezano se muestra «ilusionado» pero «con los pies en el suelo» ya que «un Mundial es un Mundial, es muy duro y hay que luchar en cada palada». Aún así, es ambicioso y se marca como reto pelear por las medallas. «Es un objetivo realista, a nuestro alcance, y queremos cerrar el año con un podio. Hay opciones, pero lo cierto es que en nuestra cabeza está pelear por el oro», afirma.

Las embarcaciones francesa (Quentin Urban y Jeremy Candy), húngara (Adrian Boros y Krisztian Mate) y sudafricana (Hank McGregor y Andy Birket) serán las principales contendientes de la pareja española, que va «a por todas» en el Campeonato del Mundo de Shaoxing, y atentos también a las «posibles sorpresas» que estén peleando por ese oro al que no renuncian. «Esperamos estar en la pelea», sostiene.

El recorrido, añade Becerro, es «el más duro de los últimos 15 años», con un inicio «sencillo, con aguas abiertas», pero que pasa a ser «mucho más técnico» con el paso de los kilómetros. Un tramo de 700 metros, en el que pasarán por un canal muy estrecho y bajo varios puentes, será la «clave» de la carrera. «Ahí se van a romper las carreras y esperamos estar en el corte preciso», afirma.

Por último, el bañezano da la misma importancia a la preparación física como mental. «Estar peleando durante dos horas, pensando constantemente estrategias, estar atentos a cortes o valorar dónde romper la carrera requiere una gran preparación de cabeza», finaliza.

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