Javier Cienfuegos: «El deporte no puede ser un saco de boxeo en esta crisis»

«Hace 12 años, en la última crisis, el deporte se llevó un golpe duro. En esta no puede ser un saco de boxeo», asegura el portavoz del PP, que lleva una década en la élite del atletismo y teme que muchos deportistas abandonen en una nueva recesión «porque viven al mes, como cualquier otro trabajador». Cienfuegos admite que es complicado, «pues todos los sectores se van a ver perjudicados», pero entiende que ya es hora de reactivar la economía. «Con las medidas que indique el Ministerio de Sanidad – apostilla –, pero no podemos estar encerrados otro mes».

Con todo, el parlamentario de Montijo aboga por el teletrabajo «siempre que se pueda», y desde casa anda preparando la medida estrella de su programa: la reducción del IVA en el deporte al 4%. «Es necesaria. Solo nos acordamos del ejercicio físico cuando vamos al médico, pero tiene muchos beneficios», señala. «Con la crisis, la gente se va a tener que apretar el cinturón, y de este modo tendemos la mano al sector deportivo, que no deja de ser el sector salud», concluye, a la espera de que la vuelta al día a día en la Asamblea le permita presentar su proposición.

Con la primera fase de la desescalada, que comenzó en Extremadura el 11 de mayo, Cienfuegos ha regresado a la jaula de lanzamientos. Ya echaba de menos el martillo, y es que lanzar es casi lo único que no ha podido 'teletrabajar' en más de 50 días. «Me llevé a casa casi todo el material de gimnasio que utilizo, así que fuerza y saltos he podido hacer sin problemas», reconoce el atleta del Playas de Castellón, que no ha perdido «mucho» la forma durante el confinamiento. «Con la cancelación de los Juegos cambiamos de plan y pasamos a una pretemporada. Lanzar cobra menos importancia al ser una preparación física general».

El jueves, Cienfuegos agarró el martillo por primera vez, aunque de momento lo hace con uno más ligero que el de competición, de 7.26 kilos, «para que el contraste no sea tan grande, pues el cuerpo no está acostumbrado a hacer ese movimiento tan brusco». Finalista en el pasado Mundial de Doha, el plusmarquista nacional (79,38m) detalla que lo más ha perdido con el parón es «la sensibilidad con el martillo para acelerar». Sin embargo, cree que «en dos o tres semanas» ya podrá lanzar en torno a 73 metros: «Es lo que tiro cuando estoy en periodo de carga, así que no habrá problema».

Otra cuestión es cuánto le costará alcanzar esa chispa que le llevó a batir su propio récord de España hasta cuatro veces en 2019. «Es verdad que ahora estoy mejor de fuerza, pero antes tenía cogidos los puntillos de la técnica, y hay que ver si no se han perdido», apunta Cienfuegos. «Imagino que no, porque he seguido haciendo trabajo técnico, aunque sin el martillo, que es lo más importante. Cuando volvamos a la normalidad no voy a tardar en recuperarlos; llevo tres años entrenando lo mismo y se hará rápido», aclara el 18 veces campeón nacional absoluto.

El mayor hándicap para el lanzador extremeño, como para el resto de atletas, es la ausencia de competiciones que, voluntariamente o no, se traduce en una menor motivación. «Ojalá vaya a mejor el tema sanitario y podamos competir, porque cuando tienes un objetivo delante aprietas un poco más; es un poco el detonante», afirma. Cienfuegos confía en que sí se pondrá el dorsal en este 2020: «De esta tendremos que salir y aunque sea a finales de verano o principio de otoño algún campeonato se celebrará».

Todavía queda mucho tiempo para ello, y más aún para los Juegos de Tokio, donde Cienfuegos aspira a pelear por las medallas si se mantiene en los 79 metros de la temporada pasada y, sobre todo, si supera la histórica barrera de los 80 metros. «Sabemos perfectamente las cosillas que tenemos que mejorar, lo que nos va a dar ese plus», reconoce el discípulo de Antonio Fuentes y Carlos Burón. «Es trabajo, trabajo y trabajo. La repetición te da la excelencia y sé que tarde o temprano llegarán los resultados». Palabra de parlamentario.