Jaime Santos: «Espero que el Magistral inspire a futuras generaciones en León»

A sus 27 años y con grandes logros recientemente cumplidos como el campeonato de Europa de ajedrez rápido y su establecimiento en el top-100 mundial, el Gran Maestro leonés afronta con esperanzas, después de haber alcanzado la final en 2020, de poder conquistar el torneo en el que ejerce de anfitrión.

Llega el mes de julio, el del Magistral. ¿Qué supone este torneo para ti?

Yo crecí viendo a los mejores jugadores del mundo en el Magistral y ahora tengo la oportunidad de jugarlo yo. El hecho de que vengan jugadores de este nivel a León y que sea el único torneo de esta entidad en España es increíble. A mi me inspiraba y ojalá que a los niños les inspire también lo haga. No hay tanto talento hoy día como en otras generaciones, pero volverá.

¿Qué supone para la ciudad?

Es un torneo que se sigue muchísimo, tanto en España, como en el resto del mundo, sobre todo en los países hispanohablantes. Pone a León en el mapa del ajedrez mundial.

¿Y cómo llega Jaime Santos? Llevas un buen año, en el top-100 y campeón de Europa de ajedrez rápido

No sé si es mi mejor momento porque, la verdad, el año pasado fue muy bueno, pero llego más establecido en la élite. Tuve un subidón en el ránking, luego una pequeña bajada y ahora estoy más estable. No estoy en mal momento y, como todos los años, en un torneo tan igualado, tengo opciones de ganar. Lo ideal sería ganar, evidentemente.

Hay rivales de mucha categoría...

Sí, somos cuatro jugadores muy buenos. Vallejo lleva siendo durante años el mejor jugador español del ránking y, probablemente, el mejor de la historia. Después está Gelfand, al que la gente no tiene en cuenta porque es mayor, pero ha ganado los dos últimos torneos. Y Vitiugov es el que tiene mejor ránking y es el favorito, pero veo pocas diferencias.

¿Por dónde pasan tus posibilidades de ganar?

Este Magistral se juega a un ritmo rápido, que es lo que más me interesa a mi y es donde me siento más seguro. Trataré de adaptarme bien a ello, suelo lograr buenos resultados. Tengo muchas cosas a mejorar, no un área concreta, sino todas en general. Pero, al ser un torneo de partidas rápidas, depende mucho de que tengas un buen o mal día, de que logres una buena posición tras la apertura... de detalles.

Porque, ¿cómo se entrena a ajedrez?

Hoy en día cuentas con la informática y los ordenadores, que son superiores a cualquier humano. Con esas herramientas analizas mil variantes que luego tratas de llevar al tablero y, si logras que tu rival no la conozca, ya tienes una gran ventaja. Al final es lo que buscamos todos.

¿Cuántas horas echas al ajedrez cada día?

Depende de si tengo torneos a la vista o no. Si tengo competición a un mes vista, entreno algo menos, unas cuatro o cinco horas diarias, y si no hay torneo pronto, puedo llegar a las ocho horas. Con el ordenador, es todo más fácil.

Ahora, que se está disputando el Tour de Francia, se habla mucho de la cantidad de carbohidratos que comen los ciclistas para rendir. ¿Qué hacéis los ajedrecistas para estar listos para competir?

Lo más importante es dormir bien. En el Magistral, por ejemplo, las partidas se pueden alargar unas cinco horas. Acumulas cansancio y fatiga mental, por lo que dormir bien es fundamental. Y en cuanto a comida, lo importante es no comer mucho antes de jugar. Una fabada no es la mejor idea antes de ir a competir (risas).

¿Qué es lo más complicado a la hora de jugar una partida de este nivel?

La constancia. Mantenerte a un nivel tan alto durante tanto tiempo es muy complicado, más aún en un momento donde todos analizan cada movimiento y donde es tan difícil encontrar ideas nuevas.

¿Se le da suficiente valor al Magistral en León?

Creo que sí, tanto a nivel institucional como de la ciudad. Ves las calles llenas de carteles, con las piezas de ajedrez gigantes... y da mucho ambiente. Da la sensación de que León lo apoya.

Por último, ¿cómo convencerías al leonés que dude de ir a presenciar alguna partida?

Creo que es un evento divertido, con comentarios en directos y que se hace ameno. Además, se juega a ritmo rápido y eso ocasiona partidas más abiertas, con más errores porque no podemos pensar tanto.