Una gimnasta denuncia insultos en el CAR y las entrenadoras lo niegan

Jaimez, en Radio Marca, afirmó que recibía descalificaciones acerca de su peso como «bollicao y mazapán», pero también otros insultos, señaló, como «inútiles, que no valíamos para nada o que éramos peor que las niñas pequeñas». La gimnasta ya había denunciado estos presuntos hechos en su cuenta de instagram, a través de un directo, nombrando a varias integrantes del Club Ritmo de León.

Esta gimnasta también asegura que la seleccionadora nacional, Alejandra Quereda, sabía que esto sucedía pero «nunca salió en nuestra defensa». Es más, Jaimez fue expulsada del equipo nacional, decisión que le comunicó una persona del staff técnico tras lo que recibió la llamada de Quereda: «Me comentó que no había más becas, que no había cumplido los objetivos. No sé aún qué objetivos eran», afirmó.

La andaluza también señaló que denunciaron esta situación en el CSD, con la única respuesta de que podrían «cámaras con micrófono» en las salas del CAR de León y que «sentían lo que había pasado».

«Esto no lo hago público por que me hayan echado, pero es cierto que, cuando estás dentro, no dices nada porque lo normalizados o porque, si lo cuentas, te echan. Pero al final, algo así acaba haciendo daño», expresó en Radio Marca.

A raíz de estas declaraciones y unos vídeos en instagram donde Jaimez se ha pronunciado, las entrenadoras acusadas, las leonesas Ruth Fernández y Nuria Castaño, han salido al paso de estas declaraciones, a través de un comunicado, que «ensucian el buen nombre de nuestra institución con difamaciones y falsedades». «Toda persona tiene libertad para dar su opinión sobre experiencias propias o acusaciones de terceros, pero no se puede consentir el insulto, las injurias ni la imputación de delitos y hechos falsos», señalan.

Por ello, las entrenadoras muestran su «repulsa y rechazo» ante estos hechos y acusaciones: «Todos esos insultos y falsedades son rotundamente falsos». Es más, afirman que estas declaraciones están provocando «serios daños al prestigio e imagen de la institución y sus profesionales», llegando en algunos casos, según afirman en un comunicado, a requerir apoyo psicológico.

Por ello, Fernández y Castaño exigen una «rectificación inmediata» sobre estas injurias y atentado contra el honor e imagen del club, la retirada de los videos de redes sociales y una disculpa pública. Además, advierten, han iniciado los trámites legales para interponer una demanda en caso de que esta rectificación no llegue en cuatro días.

«Trabajamos con mucho esfuerzo y dedicación para conseguir los mejores resultados. Nadie había puesto hasta ahora nuestro trabajo y trato humano en duda y confiamos en que se aclare este desagradable episodio», concluye el comunicado.