La felicidad del deporte

No resulta sencillo, en absoluto, entender cómo el deporte trenza lazos imborrables en el tiempo. Lazos de amistad entrañable, de cariño y de sentimiento común, lazos que apuntan que las diferencias del quehacer diario, las cotidianas, se convierten en felices anécdotas con el paso del tiempo.

Los 'Veteranos de la prensa deportiva de León', un grupo de ejemplares 'dinosaurios' de la información hoy enredados en no pocas y en ocasiones entretenidas aventuras, han recorrido ese camino que permite visibilizar maravillosos encuentros al calor de las brasas generadas en aquellos tiempos de intensidad deportiva.

De aquellas experiencias, revividas en dos citas anuales convenientemente organizadas por Juan Manuel Sanmartín, han brotado encuentros anuales como el celebrado en la noche de este viernes en el hotel París, en el corazón de la capital.

Siguiendo la senda de esos 'Veteranos de la prensa deportiva de León', de sus canas y de sus historias, más de cien personas vinculadas al deporte acudieron a una cita cuyo fin principal es tan sencillo como en ocasiones imposible: reencontrarse.

Un recuentro envuelto en magia, y en sentimientos, en abrazos y en sonrisas que para los asistentes con seguridad se extenderán en el tiempo.

Y allí ha acudido, como maestro de ceremonias, un persistente Juan Manuel San Martín, quien con la disculpa de la ilusión que genera el estrecharse las manos de nuevo congregó a esos viejos relatores de la actualidad. Carmona, Gago, Nieves, el incombustiple Valbuena, José Ramón, Miguel Martínez, Chuchi, Mel Otero, Calvo y las nuevas generaciones de 'jóvenes' recién llegados, Roberto Fernández, Juan o David Aláiz. Ellos, y que los que no pudieron acudir pero siempre presentes, y quienes de algún modo de sumaron con enorme altruismo en aquellos tiempos (Clausín, el increíble Tolo).

Ese maridaje de encuentros, esa formidable forma de reencontrarse sin ninguna otra disculpa que mirarse a los ojos, tuvo el aliciente añadido en esta ocasión de un humilde pero sincero homenaje a las mujeres deportistas y, con las mismas, un sentido reconocimiento a un actor leonés enorme que siempre se sintió unido al deporte leonés, el galardonado Jesús Vidal.

Vidal es un personaje fantástico, un tipo formidable, armado de paciencia y comprensión, un actor tan humano, que desborda. El fue el encargado de recibir a las hermanas Pulgar, a Presen, a Nieves, a Margarita Ramos, Bea... a toda una larga lista de mujeres increíbles que acudieron para recibir un sencillísimo reconocimiento en lo material y enorme en lo sentimental.

Se necesitaría un libro entero para hablar de todos y cada uno de los personajes que se dieron cita en la convocatoria. Habría que escribir mil textos para poder trasladar las conversaciones que circularon por las mesas y sería imposible hacer esa transcripción con el mismo sentimiento.

Cómo describir lo sucedido, cómo entender que a un lado Manolo Cadenas hablaba con Miguel Ángel, con Estrella de testigo, cómo describir las conversaciones de Rodrigo Gavela, José Manuel García, del mítico Antonino Baños...

Y todo mientras al otro lado Sami, Ramonín, Isma, Gelo, Eduardo, Fierro o César hablaban de su Cultural. ¿Y Marianín? Allí estaba. Junto a él una lista de personajes fantásticos, Mantecón, Rivo, Máiquez, Nines... cada cual con su vida.

Maxi, aquel delantero que partía el balón en el Atlético San Francisco, se abrazaba a Lan Guerrero, un entrenador de raza y rabia, con Bodas brincando como siempre, con Quijada, con Pepe Estrada y su balón de baloncesto mirando al otro lado. Y Martín Ferrer y Josines y Marcelino Sión..., y los representantes de la lucha y Jorge Mata rememorando aquellos tiempos subido al ring.

Es imposible citar a cuantos allí estuvieron. Los árbitros, Rafa Guerrero y Bultó, ex presidentes de clubes como el Ademar o el Puente Castro... Imposible revivir uno a uno.

Hay días, y encuentros, que merecen cierto reposo. Seguramente sería el mejor consejo de los doctores Salustiano, Cantero, Gutiérrez y Mulero, que siempre han velado por este grupo de desordenados, caóticos y admirables personajes vinculados al deporte.

Los 'Veteranos de la prensa deportiva de León' no son nadie, ni lo quieren ser, si acaso la llama revivida de tiempos formidables que no deberían ser olvidados y que hoy se conservan en citas llenas de historias, abrazos, sonrisas y un sentimiento común: reencontrarse es felicidad, la felicidad del deporte.

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