Una aventura única para un leonés, militar de la UME, que ha desafiado al Everest. Sergio Pérez, de vuelta en casa, ha sido recibido por el alcalde de León, José Antonio Diez, al que ha relatado su experiencia de buscar hacer cima ... en el techo del mundo.
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«El proyecto consistía en hacer cima en el Everest en invierno y sin oxígeno. Es algo que no ha hecho nadie hasta ahora», ha explicado Pérez, que ha relatado como fue una aventura que arrancó el 9 de enero desde el aeropuerto de Bilbao para llegar, un día después, a la capital de Nepal, Katmandú.
Tras unos días de aclimatación y llegada a Lukla, la ciudad con el aeropuerto «más peligroso del mundo», la expedición inició el primero de los retos, ascender el Ama Dablam, «una montaña muy bonita, pero muy técnica».
Con Pérez y su grupo acudió un grupo de tres personas discapacitadas de Albacete que lograron un récord: llegar al campo base del Everest. «Iban mejor que nosotros, yo no veía discapacidad ninguna y aprendí mucho de ellos», explica.
Los vientos fuertes y las temperaturas complicaron la ascensión al Ama Dablam. Una parte de la expedición optó por ascender esta cima, otra se fue hacia el campo base del Everest: «De los tres que hicieron cima en el Ama Dablam, dos llegaron con congelaciones», explica Pérez.
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El 29 de enero, la expedición llegó al Everest, al campo base, con el reto de atacar el campo 2, pero un cambio meteorológico obligó a un cambio de ruta. De esta manera, Sergio Pérez y sus compañeros optaron por la 'ruta polaca', en la vertiente sur, pero una fuerte nevada incrementó el riesgo de avalanchas.
Después de noches a -30 grados, episodios de apnea y vómitos, y de ver que la situación no mejoraba, decidieron abortar la misión. El plazo para que la ascensión entrara dentro del invierno finalizaba el 29 de febrero y los tiempos no eran lo suficientemente holgados como para intentarlo, además de que «ascender con ese peligro de avalancha es prácticamente un suicidio».
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«Ha sido la experiencia de mi vida», ha señalado Pérez, que ahora descansará, disfrutará de su gente y volverá a soñar con el Everest. «Mi próximo reto es la campaña de incendios forestales con la UME», brome. Sabe que quiere volver a intentarlo, pero no cuándo. Mientras, practicará su deporte favorito en las montañas de la provincia leonesa.
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