España supera a Serbia y logra un consuelo de bronce

España, sin hacer un partido excelso, controló el encuentro en todo momento. Gracias a unos inspirados Felipe Perrone y Álvaro Granados en su faceta anotadora -con tres y dos goles respectivamente-, la selección española logró irse al descanso con un resultado favorable de 5-6. En la segunda mitad se dio un parcial muy corto de 1-3 para el combinado español, que cerró el encuentro con el definitvo 6-9 para redimirse así del cruel desenlace sufrido ante Hungría.

A diferencia de ese partido, esta vez el equipo que dirige David Martín fue mucho más contundente en su retaguardia, sin confianza alguna ante los siempre talentosos y competitivos rivales balcánicos. Y es que era una reválida para España, dolida por ese golpetazo ante los magiares en semifinales y con el recuerdo aún muy presente de la derrota ante los serbios en los Juegos Olímpicos de Tokio que le apeó de la gran final cuando ya la tocaba con los dedos en el últimos cuarto.

El tercer escalón del podio, a día de hoy no valorado en su justa medida ni siquiera por los jugadores españoles, supone la confirmación de que los todavía campeones del mundo partirán entre los grandes favoritos en los próximos Juegos Olímpicos de París, certamen para el que, sin embargo, aún no tienen sellado el billete. Para hacerlo, tendrán dos oportunidades, ya sea en el Europeo de Israel o en el Mundial de Catar.