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DANI GONZÁLEZ
Lunes, 4 de diciembre 2017, 18:49
Contra todo y contra todos. Tú solo contra el mundo, contra 113 kilómetros de competición en una isla en mitad del Golfo Pérsico. Y, entonces, multitud de problemas llegan a hacerte 'una visita'. Pese a todo, resistes y llegas a meta. Esta es la historia ... de Gilberto Suárez en el Ironman 70.3 Middel East Championship de Báhrein.
Con ilusión, pero sabiendo que la preparación no había sido la ideal en los últimos dos meses por motivos laborales, Gilberto Suárez tomó la salida de esta prueba. El primer tramo, la natación, no se le da demasiado bien. A ello hay que sumar la competencia, que este tramo de 1.900 metros a nado se desarrolló en el mar, y el viento. Porque este último factor generó numerosas olas que complicaron el nado del leonés, que completó este sector en 31 minutos.
Era turno para la bicicleta, su sector favorito. Es donde debería disfrutar, en teoría. Pero aquí comenzó su calvario. Pese a adelantar a otros triatletas, el fuerte y cambiante viento le impide coger su ritmo. Esto casitga su musculatura y a mitad de camino, en el kilómetro 45 de 90 en bicicleta, empieza a notar cómo sus piernas se quedan vacías.
En el tramo por el circuito de Fórmula 1 de Sakhir decide tomarse un respiro, comer y beber para recargar energías y recrearse en el asfalto por donde han pilotado ases del volante como Fernando Alonso. Pero todo este plan no funcionó y la fuerza seguía sin llegar a las piernas de Gilberto Suárez que, pese a todo, logra una buena media de velocidad, de 33 kilómetros por hora.
Era el turno para la carrera a pie, una media maratón de 21 kilómetros en la que esperaba poder recuperar posiciones y sensaciones. Pero el 'hombre del mazo' le visitó en el kilómetro dos y este ironman pasó de ser una prueba para disfrutar a un examen de sufrimiento y superación.
Las ampollas afloraron en sus pies y las rozaduras en las piernas hicieron más dura cada zancada. Los calambres no faltaron a su cita para tratar de frenar el sueño de Gilberto Suárez, que tuve que detenerse hasta en tres ocasiones por culpa de las náuseas que le originaron la ingesta de un gel.
Tuvo dudas de poder llegar a meta, pero tiró de su arsenal más potente: la mente. Y tiró de este valor para llegar a meta después de 5 horas y 40 minutos de constante pelea para finalizar en el puesto 49 de su categoría y en el 300 de 900 participantes.
Todo un ejercicio de superación que Gilberto Suárez ha completado en Bahréin, una prueba que recordará por el sufrimiento que ha vivido.
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