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La selección española de balonmano emborronó su ruta hacia los cuartos de final del Mundial con una apurada derrota ante la anfitriona Noruega, que espoleada por la seria amenaza de un KO prematuro en su campeonato, remontó una ventaja de los Hispanos de hasta cinco goles en la segunda parte a través de la ejecución del 7 contra 6, la dirección del talentoso Grondahl y el esfuerzo de su estrella Sagosen, lesionado al borde del final.
De esta forma, en el último cuarto de hora de partido a España se le fue una sólida renta tejida a base de defensa, especialmente en la primera parte. Con una gran defensa 5-1 logró controlar durante buena parte del partido a la necesitada Noruega, a la que había derrotado en el Torneo Internacional de España, preparatorio para el Mundial, y que llegaba al duelo en apuros, con cero puntos en la segunda fase tras caer sorprendentemente contra Brasil y Portugal.
El empate entre Suecia y la selección portuguesa en el duelo anterior permitía a los Hispanos encaramarse a lo más alto de la tabla antes del decisivo duelo del viernes contra el combinado luso, por lo que España encaró el duelo aupada por los hermanos Dujshebaev, muy entonados de partida y autores de la mayoría de goles españoles en el inicio del partido. Los laterales tuvieron el acierto del que careció en el comienzo la batuta de Casado, una circunstancia que propició la rápida reacción noruega para poner al duelo el equilibrio que presidió su primer tramo. Los lanzamientos de Lyse y Abelvik Rod golpeaban a los Hispanos, que controlaron al temido Sagosen, de momento gris en el Mundial en una de las razones que explican el flojo rendimiento del combinado de Jonas Wille hasta ahora en el torneo.
Noruega
Bergerud, Barthold (1), Overby, Bjornsen (3), Sagosen (4), O'Sullivan y Abelvik Rod (3) -siete inicial-; Kristensen (ps.), Pedersen (2), Gullerud (2), Lien, Lyse (3), Grondahl (7, 2p), Aga, Matic y Tonnesen.
25
-
24
España
Pérez de Vargas (1), Dani Fernández (1), Javi Rodríguez (2), Carlos Álvarez, Dani Dujshebaev (5), Casado y Álex Dujshebaev (4) -siete inicial-; Sergey Hernández (ps.), Barrufet (1), Sánchez-Migallón, Serdio, Solé (3, 1p), Gurri, Tarrafeta (1), Petar Cikusa y Garciandia (6).
Parciales: 2-3, 6-5, 7-7, 9-11, 10-11, 10-13 -descanso-; 12-14, 14-18, 17-20, 21-22, 23-22 y 25-24.
Árbitros: Amar y Dino Konjicanin (Bosnia). Excluyeron al noruego Sagosen (2) y a los españoles Barrufet y Álex Dujshebaev.
Incidencias: Partido de la primera jornada en el grupo III de la ronda principal del Mundial de balonmano disputado en el Unity Arena de Oslo.
El 5-1 defensivo, comandado por la labor del joven Ian Barrufet en el avanzado, dificultó sobremanera la circulación noruega dando la primera ventaja significativa a España con el 7-9. A partir de ahí el equipo de Jordi Ribera sostuvo esa pequeña renta a base de cegar el ataque nórdico, merced a una gran labor atrás que redujo el ritmo de partido a la mínima expresión. En ese contexto aparecieron los porteros, por el bando español Pérez de Vargas y por el noruego Kristensen, que mejoró desde el banquillo las prestaciones de su compañero Bergerud. El tanteo, bajísimo para el vertiginoso balonmano actual, mantuvo la iniciativa de los Hispanos al descanso, con una interesante renta de tres goles (10-13) aunque todo por decidir para la segunda media hora de juego.
Una serie de errores, principalmente faltas en ataque, sirvió de reanudación a un partido todavía de ritmo lento. La anticipación de la defensa española incrementó las dudas de Noruega, que ya atisbaba el KO en su Mundial, mientras en el lado contrario del 40x20 el cañonero Garciandia castigaba la red nórdica desde la distancia para alcanzar los cinco tantos de renta (13-18).
Fue entonces cuando Sagosen, bajo la amenaza de un par de exclusiones en su haber, hizo acto de presencia para acercar a Noruega con el partido ya mucho más suelto en sus ataques. La coanfitriona del campeonato reaccionó a través del 7 contra 6 y la dirección de Grondahl, para llevar el duelo hasta el 18-20 con un largo cuarto de hora por delante.
El partido entró en su fase decisiva ya convertido en un intercambio de golpes, un paisaje mucho más vertiginoso que iba limando la ventaja española con el paso de los minutos hasta la mínima expresión. El empate a 22 a ocho minutos del final calentó definitivamente al público de Oslo, que pocos minutos antes veía a su selección fuera del torneo. Y es que el ataque español, en colapso, no encontraba forma alguna de derribar una muralla noruega que propició las contras de Bjornsen y Pedersen que dieron la vuelta al encuentro.
Ahora era España el contrincante contra las cuerdas, pero el equipo de Jordi Ribera se aferró al duelo. Una falta de Javi Rodríguez impidió el empate ya en el último minuto, pero el fallo de Noruega concedió una oportunidad final, que se extinguió sin ocasión de evitar el lanzamiento con pantalla con el tiempo consumido que Garciandia no pudo convertir en milagro. La derrota complica la ruta hacia cuartos de los Hispanos, que en cualquier caso todavía dependen de sí mismos antes de enfrentarse a Portugal y Brasil.
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