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La gimnasta más importante en la historia del deporte leonés y una de las más relevantes a nivel nacional ha salido en apoyo de Olatz Rodríguez, después de confesar que sufría anorexia, y de la rítmica. Carolina Rodríguez ha emitido este jueves un comunicado ... en el que, en primer lugar, ha querido expresar todo su apoyo y cariño a la joven gimnasta leonesa.
«Siempre ha tenido buenas palabras hacia mí y ha sido una apasionada de la gimnasia, como yo, pero por circunstancias personales, no ha podido hacer frente a la presión que conlleva la alta competición. He visto como otras compañeras, con otros problemas que no tienen que ver con la anorexia, no lograron realizarse deportivamente», señala Rodríguez en su comunicado.
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Por ello, Carolina Rodríguez ha querido expresarse y ha mostrado los «sentimientos contrapuestos» que le produce esta noticia y cómo esta situación «podría dañar el nombre del deporte que me vio crecer, me enseñó grandes lecciones de vida y tanta felicidad me ha aportado». Por ello, la leonesa quiere dejar claro que la anorexia «no está dentro de los porcentajes más elevados en ningún deporte, ni siquiera en la gimnasia». «Hoy existe mucho más conocimiento acerca de la nutrición y de las necesidades de cada deportista, aunque tengan que estar más delgados que otras personas consideradas como 'normales'», expresa.
Carolina Rodríguez no niega que el porcentaje de grasa de una gimnasta disminuye «igual que en el caso de un atleta o de Michael Jordan» y afirma que ella ha sabido «gestionar toda esa presión con ayuda de profesionales y con un índice de masa corporal dentro de la normalidad». «Todo eso me permitió lograr lo que he logrado y, teniendo, quizás, más curvas que una mujer que no practicara tanto deporte como yo. Mi cuerpo no era extremadamente delgado y lograba ser lo suficientemente ágil, fuerte y estéticamente 'fina' para que todos mis movimientos fueran presentables a ojos de quienes me evaluaban», señala.
Insiste en que en su carrera deportiva, que inició en 1994, apenas ha visto casos de anorexia relacionada con la rítmica y, en los ejemplos que conoce, han estado asociados a otros problemas. «Doy gracias porque mi club y todas las personas que me tutelaron en cada momento jamás me prohibieron comer algo y me obligaban a sacar buenas notas en el colegio», añade.
«Con 10 años supe que quería ser olímpica y eso me hizo empezar a trabajar el cerebro como si fuera adulta. Y eso suponía, ya por entonces, sacrificar ciertas cosas, entre ellas alimentarme bien para entrenar cada semana y que no llegase a una competición con un bajón por no establecer horarios de comida con los nutrientes necesarios. Desde el principio me hicieron ver la importancia de conocer mi cuerpo para saber aquello que me sentaba mal antes de enfrentarme a la situación real de competición. Reconozco que me gustaba comer mucho y no fui perfectamente ejemplar en esto, pero me enseñaron a hacer las cosas bien y estoy agradecida porque la alimentación fue clave para prolongar también mi trayectoria y mantenerme a día de hoy con un peso normal (3 ó 4 kilos por encima del que tenía en el mejor pico de forma que haya tenido)», continúa en su comunicado Carolina Rodríguez.
La gimnasta leonesa recalca que en la rítmica «no existen números en los kilos, simplemente se trata de conseguir un buen estado de forma para poder asimilar todas esas repeticiones que pueden afectar a la estructura muscular y ósea de nuestra anatomía».« Si entrenas con kilos de más, que normalmente se hacen visibles al ojo humano, eso repercute de forma negativa pero porque lo que produce es un porcentaje más elevado de lesiones», sostiene.
Por último, Carolina Rodríguez vuelve a mostrar su apoyo a Olatz Rodríguez, a la que desea que encuentre solución a toda su situación.
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