Adiós a Dick Fosbury, el atleta que revolucionó el salto de altura

Schulte acierta al calificar a Fosbury de leyenda. Fue alguien que cambió las reglas del atletismo, que revolucionó su especialidad hasta el punto de que después de él todos adoptaron su técnica, la que hoy en día sigue vigente y que consiste en abordar con una carrera lateral el listón y saltar de espaldas, no de forma frontal como se hacía hasta entonces.

Nacido en Portland en 1947, Fosbury empezó a probar con nuevas formas de salto de altura cuando aún estaba en la escuela, porque con su altura no era capaz de adaptarse a los requisitos de la técnica de aquel entonces. «El salto de espaldas ya lo practicaba en el instituto y todos se reían de mí, considerándome un chiflado y algunos como un snob por salirme de las normas conocidas», declaraba Fosbury en una entrevista. El saltador estadounidense ganó el título universitario con la Universidad de Oregon en 1968 usando su nueva técnica, e hizo lo mismo en las pruebas de clasificación para ir a los Juegos Olímpicos de México del mismo año.

Era su momento. Con 21 años, Fosbury estaba listo para pasar a la historia. Pocos fuera de su país conocían que un espigado americano estaba revolucionando el salto de altura hasta que le vieron abordar el listón de una forma nunca vista. Cuando comenzó la competición no estaba entre los favoritos. Cuando terminó, era campeón olímpico tras ganar con 2,24 y quedarse a cuatro centímetros del récord del mundo del soviético Valeri Brúmel desde 1963.

«La popularidad actual de mi estilo es un premio maravilloso a cuanto tuve que aguantar al principio con un estilo que no gustaba a nadie. Hasta que gané en México, pasando a la categoría de héroe», recordaba Fosbury. A pesar de que al principio los saltadores ponían en duda la efectividad del nuevo estilo, su aceptación fue tal que las cifras son concluyentes. En los Juegos de 1972, 28 de los 40 competidores utilizaron la técnica de Fosbury, aunque el medallista de oro Jüri Tarmak utilizó la técnica a horcajadas. En 1980, 13 de los 16 finalistas olímpicos la utilizaron. Y de los 36 medallistas olímpicos en salto de altura entre 1972 y 2000, 34 saltadores utilizaron el 'Fosbury Flop'.

Se da la circunstancia de que el campeón de México fue víctima de su propio éxito, ya que a medida que sus rivales adoptaron el nuevo estilo, Fosbury fue perdiendo relevancia en cuanto a resultados y marcas, hasta decidir dejar el atletismo cuando no logró la clasificación para los Juegos de Múnich'72. A partir de entonces ejerció de ingeniero civil y se instaló en Ketchum, Idaho, y en 1991 entró en el Salón de la Fama del Atletismo de Estados Unidos. Pero mucho antes había entrado en la historia. Fue el día en que decidió que debía cambiar la forma de saltar para convertirse en campeón olímpico.