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Javier Bragado
Miércoles, 8 de junio 2016, 11:59
«Además de por su incontestable y brillante palmarés, el jurado ha reconocido los valores de esfuerzo y perseverancia ante la adversidad», argumentó el grupo que concedió a Javier Gómez Noya el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2016. La apreciación se debe a ... que antes de que el atleta nacido en Basilea y criado en Ferrol conquistara cinco títulos mundiales y una plata olímpica tuvo que pelear contra las trabas legales. El triatleta, todo un portento que ha cambiado un deporte emergente y popular, sufrió un calvario en forma de prohibiciones desde que se le detectara una anomalía en el corazón durante un chequeo médico cuando tenía 16 años.
«No tengo dudas de que los especialistas del CSD actuaron en base a su criterio médico. Al menos al principio. Pero llegó un momento en el que el debate médico estaba bastante claro y la situación se atascó a nivel burocrático. Esto no tengo dudas de que se produjo porque había gente que no quería que yo recuperara la licencia bajo ningún concepto», explicaba en una entrevista en diciembre sobre el período en que no pudo competir porque ninguna federación podía abrir una ficha.
Gómez Noya lo probó todo. Incluso en variaciones de su deporte original como el duatlón, pero las prohibiciones también le alcanzaron. Sin embargo, gracias a su constancia mantuvo la fe y consultó a varios especialistas médicos hasta que algunos de los principales expertos le dieron luz verde para competir con la desventaja de la anomalía coronaria en 2003. No obstante, en 2005 se abrió de nuevo la maldición de Prometeo y después de perderse los Juegos Olímpicos de Atenas se prolongó el castigo federativo durante dos años en que ganó campeonatos no federados.
Finalmente, se abrió la veda en 2006 para que el gallego pudiera competir tra superar numerosas revisiones periódicas. Gómez Noya encadenó cinco títulos mundiales con una plata en Londres. Además, fue protagonista en la revolución de un deporte que actualmente atrae a numerosos seguidores por sus duelos con los hermanos británicos Jonathan y Alistair Brownlee hasta elevar la exigencia en cada tramo de su especialidad (natación, bicicleta y carrera a pie). Antes, otro gallego con el que llegó a compartir entrenamientos, Iván Raña, era la principal referencia española en la prueba. Hoy, el triatlón ha evolucionado hasta mayores distancias, los denominados 'iron man' a los que el atleta español ha echado el ojo una vez que se cuelgue una medalla en Río mientras que el mallorquín Mario Mola aspira a heredar su reinado en la distancia olímpica.
Rivales
El premio concedido por la Fundación Princesa de Asturias reconoció no sólo «el brillante palmarés» del triatleta de 33 años, sino su historial fuera de la pista. El español convenció al jurado por delante del piloto francés de rallies Sebastian Loeb, la esquiadora estadounidense Lindsey Vonn y la selección masculina de rugby de Nueva Zelanda. «Todo se le vino en contra y esa superación que ha tenido ha demostrado que es un gran deportista», argumentó Abel Antón como portavoz del jurado. «Lo ha superado y ahora cada declaración que hace es un canto al trabajo, al esfuerzo, al no ponerse límites. Hoy es una referencia en todo el mundo»», añadió Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español. «Gómez Noya es un deportista querido por la afición, por el país y también por el CSD. Nosotros hemos podido acompañarle durante su carrera y me produce una especial alegría su premio», señaló el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal.
«Estoy muy contento y orgulloso de que unos premios de tanto prestigio internacional reconozcan mi carrera deportiva, pero, sobre todo, por la importancia que tiene para un deporte, el triatlón, que no está dentro de los más mediáticos», señaló Gómez Noya, quien recogerá en otoño en Oviedo la distinción con una escultura de Joan Miró, que se sumará a los 50.000 euros del premio. «Este reconocimiento me satisface aun más viendo el nivel de todos los finalistas y de muchos otros que no llegaron a la final. Cualquiera de ellos, por los méritos conseguidos, merecía el premio tanto o más que yo. Yo también fui finalista varias veces y no me lo dieron», reconoció desde Lugo el atleta que triunfó por encima de la adversidad propia y ajena.
Todos los premiados
1987
Sebastian Coe (GBR) Atletismo
1988
Juan Antonio Samaranch (ESP) Olimpismo
1989
Severiano Ballesteros (ESP) Golf
1990
Sito Pons (ESP) Motociclismo
1991
Serguei Bubka (UCR) Atletismo
1992
Miguel Indurain (ESP) Ciclismo
1993
Javier Sotomayor (CUB) Atletismo
1994
Martina Navratilova (RCH) Tenis
1995
Hassiba Boulmerka (ARG) Atletismo
1996
Carl Lewis (USA) Atletismo
1997
Equipo español de maratón
1998
Arantxa Sánchez-Vicario (ESP) Tenis
1999
Steffi Graf (ALE) Tenis
2000
Lance Armstrong (USA) Ciclismo
2001
Manel Estiarte (ESP) Waterpolo
2002
Selección de fútbol de Brasil
2003
Tour de Francia
2004
Hicham El Guerrouj (MAR) Atletismo
2005
Fernando Alonso (ESP) Automovilismo
2006
Selección de baloncesto de España
2007
Michael Schumacher (ALE) Automovilismo
2008
Rafael Nadal (ESP) Tenis
2009
Yelena Isinbáyeva (RUS) Atletismo
2010
Selección de fútbol de España
2011
Haile Gebrselassie (ETI) Atletismo
2012
Iker Casillas / Xavi Hernández (ESP) Fútbol
2013
José María Olazábal (ESP) Golf
2014
Maratón de Nueva York
2015
Pau Gasol / Marc Gasol (ESP) Baloncesto
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