El Inter no consiente otro susto de camino a la final

Confiados en el buen resultado obtenido en cuartos de final, repetían cinco inicial ambos entrenadores. En los primeros minutos, y aunque se jugaba en terreno gallego, la atenta defensa de Burela mantenía el peligro alejado de su portería; Edu repelía entonces los primeros disparos de Ricardinho.

Y al contrario, Chino batió a Jesús Herrero en el primer acercamiento a la portería interista con un certero disparo a la escuadra; dos minutos después, Hélder, de nuevo en un mano a mano, hizo el 2-0 para los lucenses. Ahí el técnico rival Jesús Velasco se vio obligado a pedir tiempo muerto.

No tardó en empatar el Inter, apenas dos minutos hasta que Cardinal sacó una falta a la izquierda donde, pegado a la banda, Ortiz lanzó un disparo que sirvió para que acortar diferencias. Poco después, Rafael logró el empate a pase de Ricardinho.

Pese al acoso del equipo madrileño, la zaga naranja continuó repeliendo los ataques de Movistar, que realizó 16 tiros a puerta en la primera parte de esta semifinal, por tan solo 5 de los gallegos.

Jesús Herrero, desde su portería, anotó el 2-3, aprovechando que Burela había sacado portero-jugador. Y aún pudo hacer otro gol, pero su parábola fue a parar al poste. En el último minuto del primer tiempo, Borja aprovechó una indecisión de Chano en su área para remachar el 2-4 con el que se iría al descanso. Excesivo castigo, después de tanto trabajo defensivo.

El choque se reanudó como empezó, con todos jugando en campo de Burela. Con paciencia y tesón, los de Daniel Ibañes se quitaron de encima el dominio de la máquina verde, trenzando ataques largos. Iago Míguez lograba batir en boca de gol a Alex, que había sustituido a Herrero.

Rivillos, mientras, lanzaba fuera una pena máxima. No llegaba un gol para la tranquilidad del Rey de Copas, y Burela se acercaba a la meta de Alex González. Con dificultad, pero llegaba. Ricardinho también erró un doble penalti, que le paró Alex. Hasta que Cardinal remató a la red un servicio de Ortiz (3-5).

Movistar decidió recular y esperar agazapado a su rival. Burela atacó desbocado, y las contras del Inter terminaron siendo letales. Primero, Rafael, estrelló la bola en el palo, previa parada de Edu y, después, Ricardinho puso la guinda a la clasificación marcando un doble penalti en el último minuto.