La Montaña hace pleno en La Virgen

Es el corro por excelencia. Ese en el que renacen las rivalidades, siempre sanas, creadas entre los que viven al norte de las vías de Feve y los habitantes del sur. Es el Montaña-Ribera, el corro donde el verde y el azul se convierten en la bandera y el orgullo de los dos bandos.

La Virgen del Camino ha acogido este corro, que recupera la esencia de la lucha leonesa, el desafío entre pueblos, comarcas y luchadores. Es el corro de la pasión y de los bandos y donde se han cumplido los pronósticos, pues la Montaña ha vuelto a ganar.

Con dos equipos formados por 39 luchadores, desde los prebenjamines hasta los pesados, Montaña y Ribera defendieron el honor y el orgullo de sus comarcas en un corro con ambiente, tesón, fiesta y mucha emoción.

La tradición imperaba en el pabellón y fue el más pequeño de los montañeses el que retó a sus rivales con el conocido: «¿hay quién luche, o me calzo?» . Fue así como dio comienzo una tarde festiva, donde una grada llena a reventar, pintada de azul y verde, disfrutó de un gran corro donde gobernó la rivalidad, pero sobretodo la hermandad que crea este deporte.

La séptima victoria consecutiva para la Montaña sabe especial, sobretodo después de no haber podido vivir esta celebración el año pasado debido a la pandemia. Una fiesta en la que se llevaron el pleno:

El último en pie fue Rubén Fierro, luchador montañés que llegaba desde Valdorria para volver a casa con el gallo. Eso si, no fue el que más derribos obtuvo. Ese honor, el del mazapán, quedó reservado para Edili García, de Puente Almuhey. Y es que la joven luchadora venció a seis rivales antes de caer y recibir el cariño de todo el pabellón de La Virgen del Camino, que le brindó una sonora ovación.

La Montaña sigue dominando y ha ampliado su ventaja al frente del palmarés de este Ribera-Montaña que dominan los de verde por 16-12 después de una gran racha en los últimos años, con siete triunfos consecutivos para los verdes.

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