Dressel acepta el reto

Para ganar ha tenido que emplearse a fondo y batir el récord olímpico con una marca de 47.02, a un paso de romper la barrera de los 47 y a 11 centésimas de la plusmarca mundial. Se esperaba una gran rivalidad, porque las sensaciones de Kliment Kolesnikov en semifinales habían sido muy positivas y de un campeón olímpico como Kyle Chalmers se puede esperar siempre lo mejor. Dressel, fiel a su estilo, ha salido disparado en el primer largo. Kolesnikov, a su lado, ha apostado por aguantar el mano a mano y eso ha sido la tumba del ruso, que en el largo de vuelta ha sido incapaz de superar al estadounidense. Dressel parecía tener todo bajo control, pero por las calles exteriores ha llegado el remate de Chalmers. El australiano ha sido el mejor en los metros finales, pero se ha quedado a seis centésimas de revalidar su título, en una de las llegadas más ajustadas de la final de 100 metros libre, al estilo de la de Atlanta'96 cuando Alexander Popov ganó con 7 centésimas sobre Gary Hall junior.

Los gritos de 'USA, USA' han retumbado en las gradas casi vacías del Centro Acuático, donde los compañeros hacen las veces de animadores de aquellos que están compitiendo. Dressel ya ha dado el primer paso hacia la gloria olímpica. Por delante le quedan otros dos retos individuales, los 100 metros mariposa y el esprint más puro, los 50 metros libre, así como otros dos relevos. El camino es largo, pero el estadounidense ha dado hoy un importante golpe sobre la mesa ante unos rivales que habían cuestionado deportivamente su dominio y que han visto a un Dressel convencido de sus posibilidades y dispuesto a instaurar su reinado en la piscina de Tokio.

La jornada matinal ha sido brillante en cuanto al nivel de las finales, con un récord del mundo y hasta tres récords olímpicos. La mejor marca planetaria ha llegado al cierre de la sesión. El equipo femenino de China, con un crono de 7.40.33, ha destrozado en más de un segundo la marca del 4x200 libre en poder de Australia desde 2019 (7.41.50). Yang Juxuan, Tang Muhan, Zhang Yufei y Li Bingjie han formado el cuarteto que ha dado a China el oro y la marca, pese al titánico esfuerzo de Kathie Ledecky en la última posta del relevo estadounidense, que ha estado muy cerca de dar caza a su rival. 40 centésimas le han sobrado y a Australia 96, es decir, tres países nadando por debajo del anterior tope mundial.

En cuanto a plusmarcas olímpicas, a la de Caeleb Dressel hay que sumar el que ha logrado el australiano Zak Stubblety-Cook en 200 metros braza y la china Zhang Yufei en 200 metros mariposa. Stubblety-Cook ha aparecido en los metros finales para apartar de la gloria olímpica a dos europeos que ya se veían en lo más alto, el holandés Kanninga y el finlandés Mattsson. Y si el australiano ha sido el gran vencedor y permite a su país mantener el mano a mano con Estados Unidos por el liderato de la piscina, el gran perdedor ha sido el ruso Anton Chupkov. 2 veces campeón mundial y europeo y bronce en Río, se ha quedado sin pisar el podio en Tokio. Cayó en semifinales en 100 metros y hoy ha sido cuarto, muy por debajo de su potencial.

Zhang Yufei ha tomado el relevo de Mireia Belmonte como campeona olímpica de los 200 metros mariposa con una exhibición que la ha llevado a un crono de 2.03.86 y dejando a segundo y medio a sus principales rivales. Y en 800 metros, el estadounidense Robert Finke ha dejado sin premio a su esfuerzo al italiano Gregorio Paltinetri, campeón olímpico en Río en 1.500 metros y que hoy ha dominado la final desde la salida hasta el momento decisivo, donde ha sido superado por Finke.