Simone Biles tampoco competirá en la final de suelo

Debido a la enorme presión psicológica que sufre, que ha conmocionado a los Juegos Olímpicos y alertado sobre la salud mental de los deportistas de élite, Tokio se quedará sin verla este domingo en la final de salto, donde iba a defender el título logrado en Río 2016. La reemplazará MyKayla Skinner, quien obtuvo la cuarta mayor puntuación en la fase de clasificación y participará junto a Jade Carey. Pero, en barras asimétricas, EE.UU. solo tendrá a una representante, Sunisa Lee, quien deslumbró al mundo el jueves con su victoria en la final individual de concurso completo tras la renuncia de Biles.

A sus 24 años, la sensación de la gimnasia mundial aspiraba a un récord de seis oros en los Juegos de Tokio. Pero nada más empezar la final por equipos el martes, se retiró después de saltar al potro. «Realmente te petrifica tratar de demostrar tu habilidad pero no tener la mente y el cuerpo sincronizados», ha reconocido Biles.

Ganándose el aplauso internacional por atreverse a exponer un problema del que pocos hablan, su confesión ha hecho saltar las alarmas sobre la tremenda presión que sufren los deportistas de élite. Tras estos cinco abandonos, a Biles solo le queda ya la final en la siempre difícil barra de equilibrio, toda una paradoja para su estado mental que hace temer un nuevo abandono.