Dressel, récord del mundo y adiós al sueño de los seis oros

Impulsado por el primer título individual logrado en unos Juegos la pasada jornada, Dressel ha salido pletórico a la mariposa. Es como si se hubiera quitado un peso de encima o hubiera recibido una enorme dosis de confianza, porque su primer largo en los 100 metros ha sido brillante, aventajando en 65 centésimas a Kristof Milak. Y le ha venido bien esa renta, porque el húngaro ha respondido en la vuelta, apretando al máximo y ha obligado a Dressel a un esfuerzo que ha dado como resultado el récord del mundo, con 49.45, 5 centésimas menos que su anterior registro. Milak se ha quedado a solo 23 centésimas del estadounidense.

Acto seguido, Dressel ha tenido que afrontar las semifinales de 50 metros libre, donde es el gran favorito. Y sin respirar, ha ganado su serie dejando claro que mañana tiene que caer su tercer triunfo en pruebas individuales. En la otra semifinal, la victoria ha correspondido a un clásico, el francés Florent Manaudou, campeón olímpico de la distancia en Londres 2012 y segundo en Río 2016.

Tal era la escasez de tiempo entre prueba y prueba -también ha tenido tiempo para pasar por el podio- que tras la serie de 50 Dressel no se ha ido al vestuario y se ha quedado recuperando en la piscina de saltos, a la espera de que llegara el relevo mixto. Ha sido una prueba para disfrutar, que ha permitido ver en el mismo relevo a Rylov frente a McKeown o al propio Dressel con la italiana Pellegrini. El caso es que Gran Bretaña ha vuelto a demostrar su dominio de los relevos, mientras en el equipo USA una relevista ha perdido las gafas y Dressel, último relevista, solo ha podido ser quinto. Así que una medalla menos para el estadounidense, que a buen seguro tratará mañana de poner un gran broche a sus Juegos.

La buena jornada de Estados Unidos la ha completado Kathie Ledecky, que se ha dado el gusto de tomarse la revancha sobre Ariarne Titmus, que le había amargado en las finales de 200 y 400 metros libre. Pero Ledecky, como buena fondista, no se hunde, resiste y sale a flote. Hoy con la distancia a favor, ha salido a mandar y a obligar a su rival a perseguirla, algo que ha acabado con la resistencia de la australiana, que ha pagado el metraje. Sin ser la gran dominadora de años atrás, Ledecky ya lleva dos oros y dos platas en estos Juegos de Tokio.

En la cuarta final del programa, tocaba el triunfo de Australia, que no se rinde en su lucha con Estados Unidos por liderar el medallero del Centro Acuático. Kaylee McKeown ha certificado su doblete 100-200 espalda al ganar la segunda de las distancias, de nuevo por delante de la canadiense Kylie Masse. McKeown, de 20 años, se emocionó días atrás al admitir que seguía sintiendo la presencia de su padre, recientemente fallecido, junto a ella, e impulsándola como siempre había hecho mientras ella nadaba. Hoy seguro que ha vuelto a sentir ese apoyo para lograr su segundo oro.