Seis razones que podrían explicar los éxitos olímpicos de los corredores africanos

La genética. Algunas investigaciones afirman que la población africana tiene en su genoma regiones que favorecen que puedan recorrer largas distancias a gran velocidad. A modo de ejemplo les diré que, según algunos estudios, el gen que codifica la proteína ACE (enzima convertidor de angiotensina) está relacionado con el metabolismo muscular de los atletas de élite kenianos y etíopes. Sin embargo, no está nada clara esta relación y, además, una parte del éxito de estos atletas es poco probable que sea el resultado de un solo gen sino de la suma de muchos. Hay que seguir investigando en la posible relación éxito/genética de los corredores africanos.

La bioquímica. Uno de los grandes enemigos de los corredores es el lactato, un parámetro bioquímico relacionado con el cansancio muscular. Pues bien, según algunos estudios los atletas africanos acumulan menos lactato que los corredores europeos. Además, otras investigaciones muestran como los atletas africanos tienen mayor cantidad de fibras musculares tipo 1. Este tipo de fibras presentan menor diámetro y su velocidad de contracción es lenta, lo que le proporciona una elevada resistencia a la fatiga, factor clave en al atletismo de media y larga distancia.

La anatomía. Las piernas de los atletas africanos presentan significativas diferencias respecto a las de los europeos. Los kenianos las tienen más largas, ligeras y finas a partir de la pantorrilla, lo que les ayuda a ahorrar energía en cada zancada gracias al efecto palanca. Las piernas de los etíopes no son tan estilizadas pero su pequeño tamaño corporal implica una relación superficie/volumen favorable a la hora de disipar calor, lo que les ayuda en los días de altas temperaturas y mucha humedad.

La altitud. Exitosos corredores africanos vivían en zonas situadas a muchos metros sobre el nivel del mar, donde el cuerpo fabrica más glóbulos rojos para facilitar la oxigenación. Según algunos estudios vivir a grandes altitudes afecta positivamente a distintas actividades enzimáticas, a la economía de carrera y disminuye la producción de lactato. Pero…¿por qué los atletas europeos que entrenan en altura no consiguen los mismos éxitos? Porque muchos de estos beneficios se obtienen de forma más acentuada en poblaciones adaptadas a altitud desde edades tempranas que en poblaciones que hacen concentraciones puntuales, como es el caso de los corredores europeos.

El colegio. Diversos estudios reflejan que la actividad física durante edades tempranas está relacionada con la mejora de la coordinación motora, la reducción de los niveles de citoquinas inflamatorias durante la madurez, el incremento de las proteínas de las miofibrillas, la velocidad de procesamiento de la información… ¿Y esto qué tiene que ver con los triunfos de los atletas africanos? Mucho. Algunos de ellos vivían de pequeños muy lejos de sus colegios y hacían muchos kilómetros corriendo para ir y volver desde casa a diario.

La pobreza. El cambio de status económico familiar mueve a muchos africanos a decantarse por el atletismo ya que el triunfo de grandes atletas de este continente ha supuesto, en muchas ocasiones, la salida de la pobreza tanto de ellos como de sus familias.

Estimados lectores, ninguno de estos factores, analizado de forma aislada, justifica las medallas olímpicas conseguidas por los corredores africanos de media y larga distancia. Su éxito es la suma de razones físicas, genéticas, ambientales, alimenticias, sociales, económicas, de entrenamiento, motivacionales… y de muchas más que iremos conociendo gracias al progreso científico.