emilio v. escudero
Enviado especial a Tokio
Lunes, 26 de julio 2021, 08:43
Eslovenia ganó a Argentina con mucha solvencia (118-100) y manda un mensaje a la selección española, con la que comparte grupo en estos Juegos y a la que se enfrentará en el último partido antes de cuartos. Lo hizo con un Doncic imperial, que ... rozó el récord absoluto de puntos de Óscar Schmidt y que demostró que su ambición es infinita, ya sea en Europa, en la NBA o en los Juegos.
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Pasan los años pero el rostro angelical de Luka Doncic permanece inmutable. Esa sonrisa pícara que le da un aspecto bondadoso que engaña al rival, porque destila ternura justo antes de matarte. Es el esloveno un devorador de récords en la NBA y, ahora también, en Tokio, a donde ha llegado para hacer historia.
El base empezó a hacerla ya hoy, al menos a nivel individual, con una actuación para el recuerdo ante Argentina, a la que Eslovenia derrotó con claridad gracias a los 48 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias de su estrella.
Hace tiempo que lo de Doncic dejó de ser una sorpresa para el gran público. La creencia de que era un producto sobrevalorado por haber salido de la factoría del Real Madrid quedó obsoleta con su paso a la NBA, donde asombra casi cada madrugada. Récords que le han situado entre los mejores de la historia de la liga estadounidense, aunque para él no sirven, pues aún ve demasiado lejos el anillo.
En Tokio, la medalla sí está al alcance de esta Eslovenia plena de talento que cuenta con un líder único. Un Doncic mágico que en el estreno demostró un nivel soberbio. En el primer cuarto llevaba ya 16 puntos, que fueron 31 al descanso. Un ciclón para el que Argentina no encontraba remedio. ¡Argentina! Un equipo acostumbrado a vivir de su defensa se veía desarbolado tras el segundo cuarto por el niño maravilla (62-42).
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Aunque bajó un poco sus prestaciones tras el paso por los vestuarios (apenas sumó cuatro puntos más en el tercer cuarto), Doncic siguió liderando a su equipo, alcanzando también los 11 rebotes para firmar un doble doble espectacular, al alcance de muy pocos en la historia olímpica.
Con el partido decidido, el base se lanzó en el último cuarto a por el récord de Oscar Schmidt (55 puntos). Tenía que sumar 20 más, pero no hay nada imposible para él. Al final, se quedó en 48 en 31 minutos de juego. A los que sumó 11 rebotes y 5 asistencias. Una actuación memorable que le sirve de tarjeta de presentación olímpica. El mejor Doncic ya está en Tokio y mete miedo.
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