Los logos olímpicos, incansable fuente de polémicas

«La llama en azul-blanco-rojo... y el logo de los Juegos se transforma en el logo de @RNational_off», bromeó Marine Le Pen en Twitter aludiendo al parecido con el símbolo de su partido de extrema derecha Agrupación Nacional.

Un calco a su vez del símbolo del partido neofascista italiano Movimiento Social Italiano (MSI), hoy desaparecido, y en el que también se inspiró el Partido Nacionalista Renovador (PNR) de Portugal para su logo.

Pero más allá de las similitudes con esta imagen propia de partidos de extrema derecha, el logo suscitó la mofa de varios internautas. Muchos estimaron que la imagen, que representa a la Marianne, alegoría de la República Francesa, se parece a una imagen de peluquería.

Otros lo asemejaron con el logotipo de la aplicación de citas Tinder -una llama roja anaranjada- o incluso con el personaje de Rachel en la serie 'Friends', donde Jennifer Aniston lucía un corte similar. En todo caso, la polémica tuvo menos recorrido que la de precedentes logos olímpicos.

Ante las acusaciones de plagio, el primer emblema oficial de los Juegos de Tokio 2020 tuvo que ser abandonado tras apenas unos meses de vigencia en 2015. Un grafista belga, creador del logo del teatro de Lieja, muy parecido, se quejó ante el COI estimando que el diseñador nipón había plagiado su creación. Otras acusaciones de plagio acabaron por desechar ese primer logo que incluía una 'T' y el círculo rojo de la bandera nipona.

Varios atletas unidos en círculo, los colores de la bandera brasileña, y una nueva sospecha de plagio: el logo de Río 2016 fue criticado por su parecido con el emblema del grupo filantrópico estadounidense Telluride.

Fred Gelli, director creativo de la agencia Tatil, ganador del concurso para su creación, admitió en la página de internet de Terra Magazine que existían «elementos similares» con el símbolo de la fundación estadounidense, pero también con el cuadro del pintor Henri Matisse, la Danza. «Es una coincidencia», aseguró, estimando que esas figuras humanas bailando en círculo son un «símbolo universal»

El logo de 2012, con sus formas poliédricas y colores ácidos, y su diseño rompedor, fue recibido con disparidad de opiniones. Debido en primer lugar a su coste, cercano a las 400.000 libras (cerca de 650.000 dólares) de la época.

Pero también porque algunos espíritus concupiscentes, ya en la era de las redes sociales, creyeron adivinar en sus trazos dos personas en una posición sugestiva más que los cinco continentes formando el número 2012, que era lo que el logo trataba de representar.

Irán incluso le dio una interpretación diferente: según Teherán, se podía leer el término 'Zion' (Sion, en inglés). El país protestó ante el Comité Olímpico Internacional en febrero de 2011, estimando que el logo era «racista». Aunque su reivindicación no obtuvo su fruto pese a las amenazas de Irán de no participar en los Juegos.