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Eloy de la PisA
Lunes, 2 de agosto 2021, 10:08
La selección española de balonmano se despide de Tokio. La derrota ante Rusia, sumado al triunfo de Hungría ante Suecia, deja a leonesa Mireya González sin su ansiada medalla olímpica, el único metal a nivel de selecciones que no tiene en su currículum.
Las Guerreras se han ido. No en espíritu, pero sí en juego, en concentración, en intensidad defensiva. Del equipo que maravilló ante Francia y se sobrepuso ante Brasil queda poco. La derrota ante Hungría del sábado fue un mazazo del que no se han recuperado. De la precisión se ha pasado a los errores y las pérdidas. La velocidad se ha transmutado en movimientos tardíos y el cansancio ha eliminado la frescura ofensiva. Demasiados obstáculos.
Empezó mal, como casi siempre, el combinado español. Sin defensa, sin portería, con muchas dudas en ataque y con imprecisiones constantes. Un escenario que era jauja para las rusas. Un equipo grande, que tiene problemas ante las circulaciones rápidas del rival y que se mueve muy bien contra defensas hundidas. Y las Guerreras les dieron todo lo que querían. Aquello iba camino del desastre.
Carlos Viver optó entonces por el plan B: defensa mucho más abierta, a riesgo de que la pivote se encontrara con situaciones de ventaja. Pero ganar profundidad permitía elevar las opciones de robar balón o de provocar el fallo de las rusas. Oye, tal cual. De seis abajo se pasó a un por detrás en el descanso. Más extremos, más combinación, más portería, esos fueron los tres elementos de la medicina.
Un fármaco que continuaron aplicando en la reanudación, hasta que las pérdidas, las malditas pérdidas, rompieron la confianza del grupo y con ello abrieron la puerta a las rusas para que empezaran a aplastar al equipo hispano. Las ayudas en defensa o llegaban tarde o directamente no llegaban. Y las guerreras se fueron deshaciendo como una azucarillo conscientes de que el partido que había que ganar o empatar se iba a perder pese a anotar 30 goles por primera vez en el torneo. Una de esas paradojas del deporte.
La derrota, sumado al triunfo de Hungría ante Suecia, deja fuera de los Juegos Olímpicos a Mireya González y al resto de jugadoras de la selección española de balonmano.
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