La FEB condena la «conducta abusiva» de Lucas Mondelo con Marta Xargay

«La Federación conocía el desgaste de la relación entre el seleccionador y las jugadoras, pero nunca fue informada de ningún comportamiento de este tipo, sino que todo se circunscribió al ámbito de las relaciones habituales entre un entrenador y su equipo. Esta circunstancia también fue valorada, junto a la no consecución de los objetivos deportivos regulados en su contrato, cuando tras la finalización de la participación de España en los Juegos Olímpicos (en cuartos de final) se decidió que Lucas Mondelo no continúe al frente de la selección femenina», reconoció este domingo la FEB a través de un comunicado en el que expresó su «apoyo incondicional» a Marta Xargay.

«Llegó el momento en que tuve que anteponer la persona a la deportista. Hay límites que no hay que traspasar y él (Lucas Mondelo) me llevó a un límite muy 'heavy'. He tenido muchos problemas con la comida por culpa de esta persona», ha desvelado en 'El País' la exjugadora catalana de 30 años, que padeció bulimia y ortorexia (obsesión por la comida sana) por culpa de Mondelo. Dicha entrevista fue reutiteada este domingo no solo por la propia Marta Xargay, sino también por Anna Cruz, que en enero dijo adiós a la selección española también con duras acusaciones hacia Mondelo, quien ha estado nueve años al frente de la absoluta y dirigió a ambas en el equipo nacional y en el Dynamo Kursk ruso.

Marta Xargay, que anunció su retirada definitiva baloncesto el pasado 15 de julio, ha revelado algunas de las conductas de Lucas Mondelo que provocaron en la gerundense, tricampeona de Europa y subcampeona mundial y olímpica con España, «una revolución física y mental». «Todo empezó en Rusia (temporada 2018-2019). Nos pesaban cada semana y él siempre estaba detrás vigilando todo. Hubo varias situaciones, en concentraciones del equipo (el Kursk), en las que se acercó a Sonja Petrovic y a mí y nos dijo que nosotras no teníamos postre porque estábamos gordas. En ese momento, yo pesaba 67 kilos, y mido 1,82m. Me encontraba bien físicamente, pero eso me generó mucha inseguridad, dentro y fuera de la pista», asegura Marta Xargay, a quien Mondelo «constantemente» reprochaba que estaba «fuera de peso».

«Ni su familia era consciente de ello, y nosotros, por supuesto, tampoco. Si lo hubiéramos sabido... No se permite ningún tipo de comportamiento de este estilo, absolutamente reprobable por parte de cualquier persona. Por muy exigente que sea el deporte, y más el deporte de élite, estos comportamientos están absolutamente fuera de lugar», proclamó este domingo desde Tokio Jorge Garbajosa.

«La Federación quiere hacer constar que nunca tuvo conocimiento de un problema así dentro de sus equipos, ya que no lo hubiera consentido por ser contrario a los valores que promueve desde hace muchos años. La FEB quiere ratificar que nunca tuvo conocimiento de la situación por la que la exjugadora estaba pasando, y que tampoco cuando fue advertida de la existencia de una información crítica con la actuación del seleccionador nacional se le concedió la posibilidad de conocer su contenido. De haber podido saber lo que ahora se denuncia, no habría mantenido a Lucas Mondelo en el cargo, aunque se estuviera a horas del comienzo de los Juegos Olímpicos», reiteró el organismo federativo. La FEB agradece ahora a Marta Xargay «haber compartido su historia, que puede ser de gran utilidad para que los niños que se están empezando a dedicar al baloncesto sepan identificar este tipo de actitudes y las den a conocer antes de que se conviertan en un problema mayor».

«Lo cuento porque creo que puedo ayudar a muchas niñas que estén pasando por lo mismo. Para que sepan que nos puede pasar a cualquiera, que los deportistas no somos invulnerables, pero que se puede superar», asegura Marta Xargay, una de las mejores jugadoras de la historia del baloncesto femenino español. Junto a, entre otras, Anna Cruz, muy harta también de Lucas Mondelo, y Laura Nicholls, que el pasado mes de mayo renunció a disputar con España el Eurobasket de Valencia y los Juegos Olímpicos de Tokio «por motivos personales».