España asegura otra medalla en waterpolo

Para alcanzar esa final tocaba medirse a Hungría, uno de esos equipos capaces de vencer a cualquiera -eliminó precisamente a las holandesas en cuartos-, pero a la que se le atragantan los partidos grandes. Le pasó también ante España, a la que tardó casi doce minutos en hacer un gol. Para entonces dominaba la selección, asida a una defensa que rozaba la perfección y acunada en los brazos de Anni Espar, autora de tres de los primeros cuatro goles del equipo (4-1, min. 13).

Era por entonces Laura Ester un muro infranqueable, con paradas de todos los colores. Si conseguía lanzar Hungría, que no le resultaba sencillo, aparecía la portera. Gigante durante toda la primera mitad, en la que España solo recibió dos goles, el último casi sobre la bocina del segundo cuarto (5-2). Se fue feliz al descanso la selección, pero pedía Miki Oca más. Concentración para no dejar escapar una ventaja valiosa y para no pasar apuros.

Salió Hungría al ataque, empeñada en enjugar la distancia y lo hizo, con una Szilagyi brillante, que con dos chispazos le metió el miedo en el cuerpo a la selección (6-4, min. 19).

Metió aire en el equipo Oca y la entrada de Elena Ruiz surtió efecto. Marcó dos goles consecutivos que volvieron a impulsar a España, al tiempo que rebajaban los ánimos en el banquillo húngaro. Un último gol de Maica García, aprovechando un despiste de la defensa, le dio a España un colchón inesperado antes del último cuarto (8-4).

Le tocaba a Hungría protagonizar un milagro y eso, con Laura Ester en la portería, era improbable. Frustró la portera hasta 9 lanzamientos, figura indiscutible del encuentro. Aunque eso no impidió que las húngaras, orgullosas, persiguieran el triunfo hasta el final. Que se pusieran dos abajo con cuatro minutos aún por jugarse (8-6) y que metieran el miedo en el cuerpo a España, que se olvidó de la portería en el último cuarto y optó por fiarlo todo a su portera. Un seguro que le llevó a la final. Plata asegurada y a soñar contra Estados Unidos, a la que nunca ha ganado y contra la que toca soñar en grande.