Un equipo con ambición

No hay un aspecto que mida mejor el potencial de un país que su capacidad para competir como colectivo. En Tokio, España estará representada por nueve equipos y contará con opciones de subir al podio con todos ellos. Especialmente potente es la selección de fútbol, que en su vuelta a los Juegos -no participó en Río 2016- quiere brillar como antaño. Luis de la Fuente se ha llevado a varios integrantes del equipo que tan buen sabor de boca ha dejado en la Eurocopa, con Pedri, Oyarzabal, Unai Simón, Eric García, Pau Torres y Dani Olmo como grandes exponentes. También la canasta apunta alto, con ambas selecciones entre las favoritas. Será el último campeonato de Pau con España y el pívot quiere despedirse a lo grande. En hockey hierba, como en balonmano y waterpolo, la situación de igualdad hace que sea tan probable alcanzar la gloria como quedarse fuera a las primeras de cambio.

En un deporte tan complicado ni siquiera el campeón del US Open tiene asegurado el éxito. Jon Rahm es, eso sí, uno de los favoritos para alzarse con la victoria en el torneo olímpico donde no estarán Sergio García, Dustin Johnson y Louis Oosthuizen. Para Rahm, representar a España es un honor irrenunciable y ser olímpico, una ilusión. Alcanzar la gloria completaría un año fantástico para él.

El deporte que más medallas le dio a España en Río apunta alto también en Tokio. Ahí estará de nuevo Saúl Craviotto, punta de lanza de un K4 que no se conforma con nada que no sea el oro. Es el objetivo del abanderado, que podría doblar y participar junto a Arévalo en el K1 200. En esa misma distancia, aunque en categoría femenina, participará Teresa Portela, leyenda con sus seis participaciones olímpicas, a la que solo le falta una medalla. Bronce en el pasado Mundial, sueña con ella la gallega como también lo hacen Cubelos y Peña en el K2 1000 y Maialen Chourraut en aguas bravas.

No ha sido un ciclo olímpico sencillo para nadie y tampoco para Lydia Valentín. Castigada por las lesiones y obligada a subir de categoría (competirá en 87 kg.), la triple medallista olímpica buscará superar los obstáculos y lograr en Tokio un nuevo podio. Su clasificación estuvo cargada de incertidumbre, pues una gastroenteritis le dejó sin ir al Europeo, pero se ha sobrepuesto y llega a Japón dispuesta a colgarse otra medalla.

Japón, la cuna de las artes marciales, acogerá por primera vez el kárate como deporte olímpico y no puede haber mejor noticia para España. Sandra Sánchez y Damián Quintero son sinónimo de medalla. Sería una sorpresa mayúscula no verlos celebrando. También el judo y el taekwondo anticipan alegrías. Niko Shera, doble campeón del mundo, es la cabeza visible del judo nacional, que acude a Tokio con siete representantes en busca de una presea que le devuelva los focos 21 años después del oro de Isabel Fernández. El taekwondo, por su parte, quiere reivindicarse tras unas semanas de polémica por la elección del equipo.

El fiasco de Río 2016, donde no consiguió ninguna medalla, ha espoleado a la vela española, que llega a Tokio cargada de confianza y con representantes en todas las categorías. Además, en muchas lo hace como referente mundial, lo que refuerza las opciones.

Sin Nadal, la raqueta nacional pierde a su gran referente y los Juegos a una de sus estrellas. El balear ha optado por renunciar a Tokio para no sobrecargar su cuerpo y sin él (ni Bautista, también baja) todas las miradas recaen en Muguruza. La española tiene en el torneo olímpico la mejor manera de relanzar una temporada complicada. Con ella estará Carla Suárez en la que será, quizá, su última aparición en una cancha. No hay que olvidarse de Paula Badosa, sensación de la temporada. En el cuadro masculino, muy abierto por las ausencias (además de Nadal, no estarán Federer y Thiem), Carreño y Davidovich tratarán de dar la sorpresa.

Lejos de los caladeros habituales, Tokio 2020 abre nuevas vías de cosecha para el medallero español. Debutan deportes como el skate y la escalada, que cuentan ya con atletas valiosos como Danny León, skater que sueña con hacer historia y convertirse en el primer campeón olímpico sobre un monopatín. También Alberto Ginés tiene ilusiones fundadas aunque quizá, a sus 17 años, ese sueño debe esperar a París 2024.

El deporte más puro y el más clásico de los Juegos esconde varias opciones de alegría para España. La más clara es la de Orlando Ortega en el 110 vallas, aunque el atleta ha tenido un ciclo olímpico complicado. Junto a él, Peleteiro y la marcha emergen como alternativas sin olvidarse de Katir, el fondista que llega a Tokio en un estado de forma brutal tras haber roto tres récords de España de manera consecutiva.

Duele mirar a la piscina sin apenas ilusión, pues sería una sorpresa que Mireia Belmonte alcanzara esta vez el podio. También lo sería que lo hiciera Hugo González, campeón de Europa en 200 estilos, aunque aún lejos de los mejores del mundo. El tiro olímpico, el triatlón -Mola, Alarza y Gómez Noya-, el remo, la esgrima y la gimnasia esconden también posibles opciones de medalla.