Craviotto iguala la leyenda de David Cal

No era el K1 su prueba predilecta esta vez. De hecho, ni siquiera la había preparado de manera específica y no tenía claro si la disputaría. Lo decidió ya en Kyotango, donde la selección se concentró antes de aterrizar en la villa olímpica. Esos días, acorde a sus buenas sensaciones, decidió apuntarse y doblar. Quería hacer historia. Lo intentó ya en esa prueba, pero le faltó fuelle. Sus esperanzas de podio en Tokio pasaban entonces por el K4. El quinto metal. La gloria eterna.

Tras haber alcanzado en Río su cuarta medalla, inolvidable aquel doblete a los pies del Corcovado con el oro en K2 y el bronce en K1, Craviotto se dio un tiempo de respiro. Aparcó la piragua y se metió «en un fregado», como dice él. Se apuntó al talent de cocina 'Masterchef Celebrity' y aquello cambió su vida. Dejó de ser un héroe anónimo, el policía que ganaba medallas, para ser una estrella de la televisión. Como no podía ser de otra forma, Saúl ganó el concurso (no hay nadie más competitivo que él) y con esa fama en el bolsillo volvió a su rutina en el agua hasta que la pandemia lo paró todo.

Fueron semanas complicadas en las que volvió al servicio, patrullando con sus compañeros en las calles de Gijón. Apoyando en todo lo que podía. Uno más en la lucha contra el coronavirus. Cuando la situación se calmó, pudo volver a la normalidad, persiguiendo ese sueño de la quinta medalla que ya ha conseguido. Oro en Pekín, plata en Londres, oro y bronce en Río y ahora esta plata en Tokio que adorna una carrera increíble.

Solo él y Cal pueden presumir de haber subido tantas veces a un podio olímpico. Una más que Mireia Belmonte (cuatro metales que estuvieron a punto de ser cinco en Tokio con ese cuarto puesto en los 200 estilos al principio de los Juegos), Andrea Fuentes (sincronizada), Joan Llaneras (ciclismo en pista) y Arantxa Sánchez-Vicario (Tenis).