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Rafael M. Mañueco
Moscú
Martes, 26 de noviembre 2019, 11:45
Los responsables del controlar el dopaje en Rusia no ha hecho suficientemente lo deberes para lograr su rehabilitación tras los escándalos de los últimos años y la situación es ahora tan crítica que Rusia podría ver otra vez a sus atletas excluidos de una olimpiada, ... de la que tendrá lugar en Tokio en el verano de 2020. Resulta que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) recomendó el pasado viernes mediante un comunicado declarar no conforme y desautorizar a la Agencia Rusia Antidopaje (RUSADA).
La recomendación partió del Comité Independiente de Revisión de Cumplimiento (CRC) a fin de que la RUSADA sea nuevamente suspendida cuando el Comité Ejecutivo de la AMA se reúna el próximo 9 de diciembre. Si la medida es adoptada, Rusia podría volver a ser sancionada y quedarse sin participar en los JJ.OO. de Tokio.
La razón por la que el CRC emitió una recomendación que puede hundir aún más el deporte ruso fue debida a que las explicaciones dadas por el Ministerio de Deportes ruso sobre las supuestas «incoherencias» de los datos del laboratorio de Moscú entregados a la AMA en enero fueron insatisfactorios.
La principal condición exigida a Rusia cuando, en septiembre del año pasado, le fue levantada la sanción de suspensión que pesaba sobre la RUSADA desde 2015 era poner a disposición de la AMA todos, absolutamente todos, los datos del laboratorio de Moscú.
Aquel castigo que sufrió la RUSADA durante tres años fue consecuencia de prácticas como sustituir muestras que daban presencia de sustancias prohibidas en la Olimpiada de Invierno de Sochi 2014 por otras con indicadores limpios. El deporte ruso en su conjunto fue acusado de «dopaje de Estado».
El sábado, el director general de la RUSADA, Yuri Ganus, dijo a la agencia Interfax no extrañarle la actitud del Comité Independiente de Revisión de Cumplimiento. «Así es como debe ser de acuerdo con la lógica jurídica. Se ha propuesto la suspensión de la RUSADA, ya que el levantamiento definitivo de la medida estaba condicionado a las exigencias, que fueron cumplidas de modo formal, pero no cualitativamente», admitió Ganus.
Según él mismo declaró en octubre, se produjeron «miles de manipulaciones» de las pruebas antidopaje del laboratorio de Moscú, situación que calificó de «conspiración» contra el deporte ruso. Ganus aseguró que tales suplantaciones de las muestras se produjeron antes de que los datos fueran entregados a la AMA y recalcó que con ello se «desobedecieron» las órdenes dadas por el presidente Vladímir Putin para regularizar completamente la situación antes de que acabe 2019.
Putin, no obstante, afirmó el mes pasado que «colaboramos activamente con la AMA (...) las restricciones a los deportistas rusos deberían desaparecer». Según sus palabras, «nuestros atletas son los primeros en desear que todas las limitaciones relacionada con el dopaje sean cuanto antes cosa del pasado».
Pero Ganus no lo ve así, teme que la entrega de datos falsificados conduzca a una dilatada prohibición olímpica. A su juicio, «el equipo ruso no podrá participar plenamente en los Juegos Olímpicos de Tokio». «Me temo que esto sucederá también en los Juegos Olímpicos de Invierno en China», añadió. En Río 2016, no obstante y pese a la suspensión, pudieron participar cerca de 300 atletas rusos, un centenar quedó excluido.
NOVIEMBRE 2015 Salta a los medios el escándalo de dopaje a gran escala en el deporte ruso. A continuación, la AMA suspende a la Agencia Rusa Antidopaje (RUSADA) mientras, unos días después, la la IAAF hacía lo mismo con la Federación Rusa de Atletismo (RUSAF).
MAYO 2016 Grigori Rodchenkov destapó el sistema fraudulento existente en el laboratorio antidopaje de Moscú para ocultar el dopaje en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi en 2014.
Tres semanas antes de los Juegos Olímpicos la primera entrega del informe del jurista canadiense Richard McLaren, comandado por la AMA, denuncia un «sistema de dopaje de Estado» ampliado a 30 deportes, entre 2011 y 2015, con la ayuda activa de los servicios secretos rusos (FSB), especialmente en Sochi en 2014 y en los Mundiales de atletismo de Moscú en 2013. El Comité Olímpico Internacional (COI) no suspende al Comité Olímpico ruso (ROC) para la cita de Rio, pero confía a las federaciones internacionales la potestad de excluir a los rusos que no puedan demostrar estar limpios. Un centenar de deportistas rusos no pasan la criba.
FINALES 2017 En base a las recomendaciones de las dos comisiones (Schmid y Oswald), el COI suspende al ROC por dopaje y excluye de por vida de los Juegos a Vitali Mutkó, viceprimer ministro ruso y antiguo ministro de Deportes, además de a otros 43 deportistas rusos. El COI retira asimismo 13 medallas de Sochi (de 33) a Rusia.
El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) levanta sin embargo una parte de las sanciones el 2 de febrero de 2018, a diez días del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang. 169 rusos participan en los Juegos surcoreanos bajo bandera neutral. El COI levanta la suspensión del ROC 3 días después del final de los Juegos.
20 de septiembre de 2018 La AMA levanta la suspensión de la RUSADA, a condición de poder acceder a la base de datos del laboratorio antidopaje de Moscú antes del 31 de diciembre. La agencia es acusada de tomar una decisión política en detrimento de los deportistas. El pasado viernes , la AMA) recomienda declarar no conforme y desautorizar a la RUSADA por «incoherencia» en los datos del laboratorio de Moscú suministrados. Una decisión definitiva será adoptada por el Comité Ejecutivo de la AMA el próximo 9 de diciembre.
Quien opina que no ha habido manipulaciones es el ministro de Deportes ruso, Pável Kolobkov. «No se eliminaron muestras contaminadas», sostiene. «No hubo ninguna manipulación como dice el jefe del laboratorio antidopaje de Rusia, Yuri Ganus», aseguró a principio de mes Kolobkov y expresó el deseo de que los 400 deportistas rusos puedan estar en Tokio el año que viene.
En cualquier caso, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) acaba de interrumpir el proceso de reintegración de Rusia mientras cinco directivos de la Federación Rusa de Atletismo (RUSAF) han sido suspendidos. Su presidente, Dmitri Shliajtin, ha sido acusado además de obstaculizar una investigación al saltador de altura, Danil Lisenko.
La AMA recibió muchas críticas el año pasado por levantar la suspensión a Rusia. El ex jefe de laboratorio de Moscú, Grigori Rodchenkov, que destapó la trama de dopaje y por ello tuvo que huir del país y exiliarse en Estados Unidos, advirtió entonces que levantar la suspensión a la RUSADA «puede ser una catástrofe para el deporte limpio». Insistió en que Rusia «debe reconocer antes el papel del Gobierno en el escándalo», recogido en el informe del abogado Richard McLaren.
La ampliación del informe McLaren, dada a conocer en diciembre de 2016, incidía en la responsabilidad del Estado ruso en la sistematicidad del dopaje y constataba que los servicios secretos rusos (el FSB), el Ministerio de Deportes y otras instituciones como laboratorios y la RUSADA manipularon las pruebas de orina de los deportistas rusos para ocultar positivos en la mayor trama de dopaje a gran escala conocida jamás.
Fueron más de 1.000 atletas rusos de 30 disciplinas los que se beneficiaron del «dopaje de Estado» organizado entre 2011 y 2015, en especial durante los Mundiales de Atletismo de Moscú en 2013, los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y los de invierno de Sochi 2014.
El Comité Olímpico Internacional (COI) «apoyará las sanciones más severas» tomadas contra «todos los responsables de esta manipulación», indicó este martes el COI cuando una recomendación de un comité independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) abre la vía a una suspensión de Rusia para los próximos Juegos Olímpicos.
El COI «condena con la mayor firmeza los actos de los responsables de la manipulación de datos del laboratorio de Moscú antes de su transmisión a la AMA en enero de 2019. Esta manipulación flagrante va contra la credibilidad del deporte y es un insulto al movimiento deportivo mundial», añadió el COI en un comunicado.
Si el comité ejecutivo de la AMA, que debe reunirse el 9 de diciembre en París, confirma la larga lista de medidas que le son recomendadas por su comité de revisión de conformidad (CRC), Rusia sería pura y simplemente una suspensión del deporte internacional durante cuatro años, con la exclusión de las competiciones, incluidos los Juegos Olímpicos.
El COI pide también «una vez más a las autoridades rusas que suministren los datos brutos en relación con este asunto. Eso es de una importancia capital, ya que la transmisión de datos brutos perfectamente autentificados garantizará por fin que se haga justicia y permitirá que los culpables sean debidamente castigados y los inocentes plenamente protegidos».
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