Pionero entre aros

El año 1960 fue, sin duda, el año de Emiliano. Después de dos grandísimas temporadas en el Aismalibar de Moncada, el Real Madrid se fijó en él y los aros olímpicos llegaron a su vida. Roma 1960 fue su debut en unos Juegos con la selección de baloncesto y abrió el camino a los leoneses en la cita deportiva más importante del planeta, especialmente a los jugadores de baloncesto, ya que hasta cinco procedentes de la provincia han defendido los colores de España en unos Juegos.

Su primera experiencia con la cita olímpica no fue excesivamente dulce. España finalizó en 14ª puesto tras caer contra Puerto Rico 75-65 en un torneo con dieciséis equipos. El leonés se mostró como uno de los jugadores más importantes del combinado nacional, con 18 puntos en este último encuentro.

Revancha en México

Ocho años después, Emiliano pudo desquitarse. El alero de San Feliz de Torío regresó a unos Juegos Olímpicos, a México 1968, y superó con creces el resultado de Roma. España llegó al cuadro final y cayó en cuartos, pero el diploma olímpico ya estaba asegurado.

En los partidos para determinar los puestos finales, los españoles se midieron en primera ronda a México. Los locales, con cancha y público a favor, ganaron por un exiguo 73-72 a España, que se jugó ante Italia el séptimo puesto. El combinado nacional logró derrotar a los 'azzurros' por 88-72 y con 23 puntos aportados por el alero leonés.