Un triunfo que despeje la preocupación

No hay nada como una victoria para frenar una crisis. Esta será la misión de la Ponferradina este fin de semana. El equipo berciano se mide al Real Unión en Irún este sábado a las 17:30 horas tras cuatro jornadas sin saber lo que es sumar de tres.

El equipo berciano no puede sostener mucho más esta racha. La igualdad de la categoría permite que la Deportiva tenga el playoff a tres puntos, pero se sitúa en undécimo lugar y tiene los puestos de descenso a tan solo dos.

Los de Javi Rey estuvieron cerca de ganar la semana pasada ante el Zamora, pero ya son varios partidos en los que errores propios impiden la tan ansiada victoria. Los blanquiazules han hecho autocrítica y viajarán a Irún con alguna duda en su esquema.

El entrenador gallego cuenta con las bajas de Andoni López por sanción y las de Nóvoa, Brais Abelenda y Andújar por lesión, que se suman a la de larga duración de Nacho Castillo. Javi Rey podría cambiar su 4-2-3-1 para sumar un centrocampista más, sacrificando la figura del mediapunta.

Esto juntaría a Esquerdo con otro centrocampista, ya sea Borja Fernández o un perfil más defensivo como Markel. Estarían escoltados por un Doué que pese a los resultados se ha ganado a la afición. Cortés jugaría como único punta, aunque podría entrar Álex Costa gracias a su autosuficiencia.

Los locales por su parte llegan al encuentro en séptimo lugar con 16 puntos. Su posición ha estado cimentada por su gran rendimiento en el Stadium Gal, donde aún no han perdido, y por su gran inicio de temporada, cuando se situó en las posiciones de privilegio.

Los irundarras, eso sí, solo suman una victoria en los últimos seis encuentros, con duras derrotas a domicilio. En su plantilla cuenta con gente como el exculturalista Sergio Benito o el veterano portero Irazusta. Son bajas para el encuentro Ayllón por lesión y Olaortua por sanción.

La Ponferradina debe ganar de una vez por todas para disipar las dudas sobre la continuidad de Javi Rey. No será fácil. La mala dinámica de los blanquiazules y el fortín guipuzcoano complican una misión que, sin embargo, la afición berciana confía en resolver.

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