El Parlamento vasco rechaza pedir que España juegue en Bilbao

En realidad, 'La Roja' va a jugar un mínimo de dos partidos en la Eurocopa de 2020. No obstante, la parlamentaria popular Nerea Llanos llevó el tema a la Comisión de Cultura y Deportes de la Cámara vasca para emplazar al Gobierno vasco a que pida antes un partido de España, que no ha jugado en La Catedral desde el 31 de mayo de 1967, cuando se enfrentó a Turquía hace ya medio siglo. Llanos cree que ese encuentro haría efectiva «la tan cacareada pluralidad» de Euskadi y redundaría en beneficio de Bilbao, de sus comerciantes y hosteleros en particular, y de «la proyección internacional» de la ciudad.

El PP achaca la ausencia de 'La Roja' en la capital vizcaína durante tantas décadas al «antiespañolismo» de algunos de sus rivales políticos, sentimiento que Nerea Llanos tildó de «sectario» y carente de sentido en un mundo «globalizado». La parlamentaria recordó que las pasadas navidades Euskadi jugó contra Túnez un encuentro amistoso en San Mamés al que sólo acudieron 15.000 personas, una afluencia que, agregó, los propios organizadores reconocieron como un «fiasco». A renglón seguido se preguntó qué pasaría si 'La Roja' jugara en el mismo estadio y «se llenara».

Ni PNV ni Bildu se plantearon tal posibilidad. La parlamentaria peneuvista Garbiñe Mendizabal recordó que 'La Roja' es la denominación que siempre ha recibido el combinado de Chile y dejó claro que la selección española «no es la nuestra». «Nuestra selección es la vasca», remachó. Respecto a los posibles usos de San Mamés, insistió en que lo gestiona una fundación. La Diputación de Bizkaia, prosiguió, tiene derecho a organizar un concierto al año, esta vez el de Guns N' Roses, y el Gobierno vasco impulsa un partido de rugby.

Rebeca Ubera, de Bildu, preguntó por qué no es posible que San Mamés acoja un choque oficial entre las selecciones vasca y española. «Todas tienen derecho a competir, también la nuestra», resumió. La parlamentaria explicó que los estadios donde debe jugar 'La Roja' no es un asunto del Gobierno vasco, sino «la federación e instituciones españolas». Abogó por el reconocimiento de Euskadi en las federaciones deportivas internacionales, como ocurre en sokatira y como ocurrió con el surf vasco, aunque acabó expulsado del organismo internacional de ese deporte por «intolerancia».

Los socialistas se sumaron a la propuesta del PP, aunque matizaron que la cuestión no merece «dramatismo». La parlamentaria Rafi Romero destacó la presencia de jugadores y entrenadores vascos en 'La Roja' y destacó cómo la federación vasca «está íntimamente ligada» a Ángel María Villar, presidente de la española y figura que, según Romero, podría hacer «lo máximo» por la presencia internacional de una selección vasca.

Sin embargo, para Podemos, el meollo de 'La Roja' en Euskadi es otro. La parlamentaria Edurne García responsabilizó al PP de «intentar crear un conflicto donde no lo hay» y criticó que se utilicen «el deporte masculino profesional» en disputas «identitarias». Defendió el derecho de las selecciones vascas de hombres y mujeres a ser reconocidas y reclamó un «debate participativo» sobre «los usos alternativos» de San Mamés, una cuestión sobre la que «deciden muy pocos».

La Eurocopa 2020 tendrá una de sus 13 sedes en Bilbao. El novedoso torneo ideado por Michel Platini, pensado para que toda Europa disfrute del fútbol con motivo del 60 aniversario de la organización, cuenta con San Mamés, el estadio presentado por la Federación Española de Fútbol (FEF), para acoger tres partidos de la fase previa y otro de octavos, al igual que Copenhague, Bucarest, Ámsterdam, Dublín, Budapest, Bruselas y Glasgow. Londres acogerá las semifinales y la final, mientras que Múnich, Bakú, San Petersburgo y Roma serán las sedes de los cuartos de final. Las seis ciudades candidatas que fueron descartadas fueron Sofía, Skopje, Minsk, Jerusalén, Estocolmo y Cardiff. Atendiendo a la reglamentación UEFA para este torneo, España -siempre que se clasifique- jugará al menos dos partidos en la sede de su país, por lo que volverá a la capital vizcaína, donde no juega un partido desde 1967.

Ser nombrada sede de la Eurocopa implica además recibir una cantidad fija de dos millones de euros para sufragar una parte destacada de los gastos de la organización del evento, como pueden ser el transporte gratuito los días de partido, las 'fan zones' para los hinchas, la seguridad y servicios médicos, las señalizaciones y 'branding' (mercadotecnia) que deberán existir en la ciudad y territorio cercano. La cifra podrá verse incrementada en dos millones más en función del cumplimiento de una serie de compromisos, aún sin definir, relacionados con la celebración de la competición.