Dani Olmo rescata a España 'in extremis'

Con tal de levantar la moral de su tropa, decaída tras el tropezón ante los griegos, Luis Enrique protagonizó este sábado un discurso sorprendente. Reconoció que su equipo careció de frescura y finura y también falló a nivel posicional, pero ensalzó el apartado defensivo pese a ese penalti absurdo de Iñigo Martínez que provocó el empate. «Fue el mejor partido que ha hecho un equipo mío desde que soy entrenador. Ni un córner, ni una falta en contra. Estoy hiperorgulloso de los jugadores. Si minimizan así a los rivales, tendremos mucho camino ganado», dijo el seleccionador, optimista y convencido de que «falta muy poco para lograr el equilibrio entre la defensa y el ataque».

España está preparada para encontrarse cualquier escenario, ya que los georgianos jugaron de tú a tú ante los suecos e incluso crearon más ocasiones, aunque lo normal es que regalen el balón y la iniciativa a la selección. Asume Luis Enrique que habrá que mejorar en desbordes por banda, acciones por dentro y rapidez en la circulación. Son facetas clave en ataque ante rivales inferiores, además de la presión tras pérdida y las vigilancias defensivas.

«Con mucha densidad de rivales por detrás del balón y espacios reducidos, les cuesta a todos los equipos, también al Barça del tridente (Messi, Luis Suárez y Neymar)», remarcó el seleccionador en la típica y aburrida conferencia de prensa oficial, con intérprete y traducciones más largas que las respuestas del asturiano.

Aunque en los clubes hay pánico al virus FIFA y sus consecuencias, y un profundo malestar por tres partidos de selecciones en ocho días y largos desplazamientos, Luis Enrique no observa que sus jugadores prioricen sus equipos a la selección. «Por lo que veo en sus entrenamientos y en su comportamiento, no hay ninguna duda de que todos quieren jugar la Eurocopa y representar a su país», enfatizó.

No avanzó el equipo titular, pero moverá el árbol una vez más, con hasta siete cambios respecto al jueves. Apostará desde el inicio por dos jóvenes perlas como Bryan Gil y Pedri, con ganas, desequilibrio, desparpajo y facilidad para el último pase. También se esperan movimientos en el centro del campo, con las entradas de Busquets y Fabián, y en la zaga. Pedro Porro reemplaza a Marcos Llorente en el lateral derecho, Jordi Alba será el titular izquierdo en detrimento de Gayà y no repetirá de inicio en el eje el capitán Sergio Ramos, sustituido en el descanso del choque ante los helenos. El capitán de La Roja suma ya 179 partidos con España y se va acercando al récord que ostenta el egipcio Ahmed Hassan con 184 encuentros internacionales.

Pese a la covid-19, que ha llevado a jugar la mayoría de los encuentros internacionales sin aficionados, unos 15.000 hinchas, el 30% de la capacidad del estadio Dinamo Arena, podrán presenciar el encuentro en Tiflis, la capital que refleja una historia larga y complicada, con períodos bajo el dominio persa y ruso. Allí, el Barça de Luis Enrique le ganó en 2015 la Supercopa al Sevilla, gracias a un gol de Pedro en la prórroga (5-4). Apoyados por su hinchada, los exsoviéticos confían en oponer también resistencia a España, que solo ha ganado uno de sus cinco últimos compromisos.

«En Suecia ya demostramos que somos un equipo que asume responsabilidades, quiere ser protagonista y arriesga», afirma el francés Willy Sagnol, en el cargo desde febrero y con solo ese partido a sus espaldas. Fue designado por sorpresa porque llevaba tres años y medio sin entrenar. Su última experiencia en un banquillo databa de 2017, cuando cubrió de manera interina las labores de técnico en el Bayern de Múnich. Después este exlateral derecho, que jugó 58 partidos con los 'Bleus', se reconvirtió a comentarista de radio y televisión. En mayo de 2020 dijo que quería volver al mundo del fútbol de manera más activa y Georgia le brindó la oportunidad. Será la cuarta vez que se enfrenten ambas selecciones, tras dos victorias y una derrota anteriores de España. Si bien Georgia se asocia más al rugby y a la lucha, el fútbol local tuvo su momento de gloria en 1981, cuando el Dinamo de Tiflis conquistó la Recopa de Europa, ya desaparecida.

Moría el partido de

La puesta en escena evidenció que Luis Enrique iba de farol y solo intentaba levantar el ánimo de sus jugadores al afirmar que estaba «hiperorgulloso» de ellos y que jamás había visto defender en su carrera de entrenador a uno de sus equipos como la selección ante Grecia, que apenas pasó del centro del campo, se acercó una vez y logró un gol tras un empate pueril cometido por Iñigo Martínez. Cuando un técnico está realmente tan satisfecho con el rendimiento de sus elegidos, puede rotar pero

Solo se mantuvieron el portero Unai Simón, titular en detrimento de De Gea por quinto partido consecutivo, el central Eric García, suplente en el City de Pep Guardiola, y los delanteros Ferran y Morata, señal de que Gerard Moreno, el único descartado,

Pese a la revolución, esta España poco

Con el juego

Con derrota y Unai Simon como

Más lógico fue retirar a Diego Llorente en el descanso al tener tarjeta. Pero el elegido traerá polémica. Si entró Iñigo Martínez, y no Ramos, es porque el sevillano no está apto. Entonces, no se entiende por qué el capitán