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Elevado al frente de la absoluta tras el fiasco en el Mundial de Catar, dos partidos han bastado para situar en la cuerda floja a Luis de la Fuente. Pese a que desde la Federación Española de Fútbol (FEF) se transmite calma y se reitera ... la confianza en el técnico, el riojano es consciente de lo mucho que se juega en la final a cuatro de la Liga de Naciones. El de Haro lo entiende y lo asume con naturalidad. «Pensamos en llegar a una final. Jugamos para llegar a la final. No hay día después. Yo afronto cada partido como si fuera el último. Ponedlo de titular», apuntó en la rueda de prensa previa al duelo contra Italia que se disputará el jueves en el estadio del Twente.
«Nos jugamos un título, una oportunidad histórica. Será un partidazo ante Italia que afrontamos desde el convencimiento», explicó el seleccionador español sobre una cita que encara como un privilegio. «Hay que poner en valor lo que han hecho los jugadores y el cuerpo técnico que nos han traído hasta aquí. Tiene que ser una fiesta. Lo afrontamos con una ilusión fuera de lo normal. Veo al equipo feliz, contento y convencido de que podemos hacer algo importante», abundó el técnico en la localidad neerlandesa de Enschede.
«Exigir no se puede exigir. Tenemos ilusión por conseguirlo. Hay potencial para poder ganar cualquier título. Creo que tenemos una selección potentísima, pero tenemos rivales con el mismo potencial que nosotros. Italia está en ese proceso de formación, como nosotros. Estamos consolidando una idea. Tenemos muchas similitudes. Ahora, podía ser una final de Eurocopa o Mundial. La igualdad va a ser máxima. Veo al equipo muy bien y podemos hacer algo muy importante. En estos partidos los detalles son definitivos y vamos a intentar estar a la altura de la exigencia», argumentó De la Fuente, comprometido al máximo con la ocasión que se le presenta para devolver a España a lo más alto once años después de la Eurocopa alzada en Kiev que cerró un ciclo inolvidable.
«Siempre siento responsabilidad por todo lo que hago y afronto todo con la misma entereza. Es una oportunidad histórica, representamos a un país que está volcado con nosotros y queremos pasar a la historia. Es mi trabajo. Sé lo que tengo en mis manos y eso me da cierta calma para ocuparme solo de lo que puedo controlar, que es el trabajo diario», razonó. «Me inquieta lo que puedo controlar. Los dimes y diretes no me quitan ni un segundo», aseveró.
De la Fuente ve a la selección en buena línea, pese al poco tiempo del que ha dispuesto para transmitir su doctrina futbolística. «El hándicap que tenemos es la falta de tiempo. A cualquier entrenador le falta tiempo, pero no descubro nada. En cuatro o cinco días ya me dirás qué se puede trabajar. Lo importante es la calidad de esos minutos. Nos gustaría tener más días. En la medida de que podamos jugar partidos, entrenar... la idea podrá consolidarse. Necesitamos el poco tiempo del que disponemos y aprovecharlo al máximo. Ahora vamos a estar más cerca de lo que queremos transmitir. En marzo no estuve afortunado cuando dije que no hacíamos autocrítica. Soy muy autocrítico. Yo veo en los entrenamientos que el equipo da pasos adelante», subrayó.
Se refirió a la situación de Rodrigo Hernández y Aymeric Laporte, que llegaron ayer a los Países Bajos después de celebrar la Champions conquistada por el Manchester City. «Vendrán con una motivación excepcional y eso siempre suma. Estoy convencido de que estarán preparados para jugar. Es justo que se celebre un triunfo de esas características, cuesta mucho. Me parece fantástico que lo celebren. No tengo duda de que si necesitamos de ellos no van a fallar», indicó sobre los dos jugadores celestes.
El seleccionador escondió sus cartas sobre quién ocupará la portería, pese al regreso al grupo de Unai Simón. «No lo tenemos todavía decidido. Queda un entrenamiento y hay que esperar. Estoy excepcionalmente tranquilo con los tres porteros que tenemos. Los tres nos dan unas garantías máximas», remarcó De la Fuente, que deslizó que no necesariamente tendrá un guardameta fijo, aunque sí dejó claro que jugará «siempre» con un delantero centro en lugar de con un falso nueve que sí utilizaron en su día algunos predecesores suyos como Vicente del Bosque o Luis Enrique.
Jordi Alba regresa a la selección española con el premio de la capitanía tras el adiós de Sergio Busquets, pero con su futuro teñido de incertidumbre después de abandonar el Barça. Una situación que no parece inquietar al lateral. «Si me preocupara no hubiese tomado la decisión antes de terminar la temporada. Lo que me juego es ganar un título con la selección y después de este torneo decidiré mi futuro. No es algo que me preocupe estar sin equipo ahora mismo», aseguró el catalán en la previa del choque que medirá a España con Italia dentro de la Final Four de la Liga de Naciones.
«Ojalá que podamos levantar el título. Ya sea capitán o no, lo que me interesa es levantar el título. Llevamos once años sin ganar ninguno y es una oportunidad única. Hay que estar más unidos que nunca», proclamó el capitán de España, que negó que a La Roja le faltase oficio en el Mundial de Catar y rompió una lanza por Luis de la Fuente. «Le veo muy tranquilo. Los días de entrenamiento están siendo muy buenos y por eso digo que tenemos que estar todos unidos. Muchas veces los jugadores debemos dar un paso adelante. Tiene la confianza de todo el mundo y no hay que dudar del trabajo que está haciendo», acotó.
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