Supercopa de España

El Barça aplasta al Madrid y se lleva la Supercopa

Xavi logra su primer título como entrenador culé gracias a los goles de Gavi, el mejor de la final, Lewandowski y Pedri

Daniel panero

Madrid

Domingo, 15 de enero 2023, 00:33

Ganar, aparcar las dudas y de paso aumentar el palmarés con una nueva Supercopa de España. Ese es el triple objetivo que tendrán Madrid y Barcelona en Riad. Los dos gigantes del fútbol español se miden en un nuevo clásico planetario que será clave para ... ambos. Lo es para los culés, que quieren retomar cuanto antes la senda de los títulos y coger confianza en el nuevo proyecto, y lo es también para los blancos, que buscan demostrarse a sí mismos que la nave de Carlo Ancelotti no está caduca y las dudas de los últimos encuentros solo han sido pequeños accidentes. El que gane levantará un título y el que pierda acrecentará el bache futbolístico exhibido en semifinales. Puerta grande o enfermería.

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Arabia Saudí vestirá sus mejores galas para una fiesta que lleva tres años esperando. Nunca antes Real Madrid y Barcelona han medido sus fuerzas en la gran final desde que se cambiara la sede y el formato en 2020 y el Estadio Internacional Rey Fahd espera un espectáculo acorde a la expectativa. Será un fiesta, eso sí, a la que ambos clubes llegan con lo justo. Los dos deberán mejorar la imagen mostrada ante Valencia y Betis respectivamente para hacerse con un título que los culés han ganado en trece ocasiones, una cifra que los blancos podrían igualar en un contexto inmejorable, ante el eterno rival.

Para lograrlo, el Madrid deberá hacer borrón y cuenta nueva del partido que disputó en la semifinal ante el Valencia. Los de Ancelotti fueron un equipo parco en ideas en las tareas ofensivas y con una preocupante dependencia de Karim Benzema, el futbolista por el que pasaron todos los balones. El galo fue un islote durante muchos momentos del choque y eso es lo que quiere evitar un equipo que espera que Vinicius o Rodrygo vuelvan a ser los jugadores decisivos que hicieron a los blancos levantar la orejona el pasado año. Junto a ellos, se espera una mejoría en la parcela defensiva, donde el eje de la zaga ha perdido ascendencia tras su espectacular arranque de curso y sigue el banco de pruebas en los laterales.

Ante el Barcelona, Ancelotti apostará por la vieja guardia. El técnico italiano no cuenta con Tchouaméni y Alaba, que no viajaron a Arabia Saudí, ni tampoco con Lucas Vázquez, que estará mes y medio de baja tras doblarse el tobillo frente al Valencia. Carvajal ocupará su lugar en un once en el que Modric será la gran novedad tras descansar en la semifinal y reclamará su lugar en la medular junto a Kroos, formando una pareja infatigable que tanto peso tuvo en el equipo campeón del pasado año. En la punta de lanza es donde hay más dudas. Benzema y Vinicius son fijos, mientras que la tercera plaza se la disputan entre Asensio, Rodrygo o incluso Valverde, que podría adelantar su posición para sumar un nuevo hombre en la disputa en el centro del campo, con Ceballos con muchas opciones tras la decepcionante actuación de Camavinga en la primera parte frente al Valencia.

Punto de inflexión

Enfrente estará un Barcelona que sigue inmerso en esa tarea de encontrarse consigo mismo. Los de Xavi tienen claro el estilo, saben que ha funcionado en infinidad de ocasiones, pero ese modelo en los últimos encuentros no está teniendo la fiabilidad que se esperaba. «No hemos sabido madurar el partido, nos está pasando desde el parón del Mundial», afirmó el egarense tras la semifinal ante el Betis. Una vez más su equipo dio muestras de ser incapaz de sostener la exigencia física que marca la presión adelantada y terminó dando las mismas facilidades en defensa que en los compromisos anteriores. El Barça no llega al clásico en un gran momento pero sabe que eso puede cambiar con la consecución del primer título de la era Xavi, un punto de inflexión que puede ser determinante para el nuevo proyecto.

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Para ello, Xavi podrá contar con todos sus futbolistas, como ya ocurrió contra el Betis. La gran duda en la alineación de los culés estará en el dibujo. Frente al Atlético, en una gran cita, Xavi apostó por dar entrada a Pedri y sacrificar a uno de los dos extremos para asegurarse la posesión y tener un mayor control del juego. Ese dibujo se podría repetir ante un Real Madrid que castiga como pocos las pérdidas de balón. Sería la principal novedad en un once en el que Araujo y Koundé repetirán en la zaga, Busquets volverá tras descansar frente a los verdiblancos y Dembélé y Lewandowski serán los encargados del gol.

El Barcelona es el nuevo supercampeón de España. El conjunto que dirige Xavi aplastó este domingo al Real Madrid en Arabia Saudí con un contundente 1-3 que puede servir como punto de inflexión para el técnico de Tarrasa en el regreso al club de su vida. Los goles de Gavi, Lewandowski y Pedri castigaron a los blancos, que en ningún momento fueron capaces de frenar a un rival netamente superior y que vuelve a la senda de los títulos.

Ambiente de partido grande, pero grande de los de ahora. Eso es lo que se encontraron Madrid y Barcelona al saltar al King Fahd International Stadium. Fuegos artificiales, humedad por la lluvia previa y una grada de atletismo que les separaba de una afición neutral. Así empezó un clásico diferente, ya que nunca antes habían disputado una final entre ambos en una ubicación tan lejana, y eso se notó en la falta de tensión de ambos contendientes en la previa. Todo eran risas entre Ancelotti y Xavi o entre Benzemá y Busquets, un ambiente festivo que se iba a terminar en cuanto De Burgos Bengoetxea hiciera sonar su silbato.

Real Madrid

Real Madrid: Courtois, Carvajal (Nacho, min. 72), Militao, Rüdiger, Mendy, Kroos (Asensio, min. 72), Modric (Ceballos, min. 65), Camavinga (Rodrygo, min. 46), Valverde, Benzema y Vinicius.

1

-

3

Barcelona

Ter Stegen, Koundé, Araujo (Eric García, min. 87), Christensen, Balde, Busquets, De Jong (Kessié, min. 86), Pedri (Sergi Roberto, min. 90), Gavi (Ansu Fati, min. 89), Dembélé (Raphinha, min. 78) y Lewandowski.

  • Goles: 0-1: min. 33, Gavi. 0-2: min. 45, Lewandowski. 0-3: min. 69, Pedri. 1-3: min. 90+3, Benzema.

  • Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco). Amonestó a Mendy, Christensen, Araujo y Fede Valverde.

  • Incidencias: Final de la Supercopa de España disputada en el King Fahd International Stadium (Riad), ante 68.572 espectadores.

Dentro del terreno de juego las cartas pronto iban a ser mostradas y todos los ases los tenía el Barça. Xavi apostó por un jugador más en la medular para plantar batalla en la parcela ancha y empezar desde ahí su clásica presión adelantada. La idea, que incluía a Pedri en una posición más centrada, se le atragantó a un Real Madrid que no encontró en ningún momento la manera de salir de la emboscada. Ancelotti juntó a Valverde y Camavinga al lado de Kroos y Modric, pero ni por esas evitó los arreones azulgranas. Ronald Araujo a punto estuvo de conectar un centro lateral y Lewandowski probó fortuna en dos ocasiones, obligando en una de ellas a intervenir a Courtois en un zapatazo que terminó repeliendo la madera.

El plan inicial del Barça era una lección aprendida. Los culés querían evitar por todos los medios las pérdidas de balón que ya han pagado caras en otras ocasiones y comenzaron una circulación marcada por la paciencia en la que los De Jong, Gavi o Pedri aparecían de forma constante entre las líneas enemigas. El Madrid, por su parte, estaba entre dos aguas. Los blancos tenían argumentos para buscar el contragolpe pero no renunciaban a jugar desde atrás y en medio de esa indefinición se encontraron con dos graves errores que los culés no iban a perdonar antes del descanso.

En el primer tanto, Rüdiger, muy nervioso toda la noche, le entregó a Camavinga un balón sin tensión que el francés no pudo sostener y que degeneró en una triangulación con Lewandowski que Gavi remachó para abrir el marcador. En el segundo, Carvajal saltó para tapar a De Jong y dejó libre a Gavi, indetectable para los merengues, que le cedió el gol a Lewandowski. Dos fallos garrafales y dos goles que dejaban el partido en franquía para los azulgrana.

Tras la reanudación, el Barça jugó a favor de obra. Los culés, con ventaja, pudieron redoblar su apuesta de hacer un rondo a lo largo y ancho del terreno de juego, un escenario cada vez más dañino para el Real Madrid a medida que corrían los minutos. Ancelotti dio entrada a Rodrygo por Camavinga, ausente en la primera mitad, pero no logró cambiar la inercia de un partido en el que solo Courtois era capaz de sostener a los blancos. El meta belga salvó dos mano a mano ante Dembélé y Lewandowski tras el paso por vestuarios, justo antes de que su entrenador hiciera borrón y cuenta nueva. Ancelotti intentó una revolución pasando a una marca individual, descontroló el encuentro en una moneda a cara o cruz que en esta ocasión no iba a depararle buena fortuna.

El Real Madrid no tenía la energía suficiente para robar al Barcelona el balón y tampoco disponía de soluciones para evitar una presión muy bien organizada que ahogó a los de Ancelotti durante todo el encuentro. Así llegó el primero y por esa vía iba a caer el tercero. Ceballos, recién ingresado, entregó un balón al medio que era una bomba de relojería y que el Barça iba a detonar para matar el choque. Lewandowski robó, se la entregó a Gavi y el centrocampista, de apenas 18 años, completó su exhibición con su segunda asistencia para que Pedri marcara a placer. Fue el epílogo a un superclásico que terminó con un tanto de Benzema, pero en el que el Barça recuperó la sonrisa imponiéndose al eterno rival y con un título que puede ser un punto de inflexión. En la Supercopa, los catalanes siguen siendo los reyes, con 14 trofeos por 12 de los merengues.

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