¿Qué le asusta a Kepa?

Nada de todo esto, publicado en estos días en la prensa deportiva británica, es fiable. Lo absolutamente cierto es que, por primera vez en esta temporada, Kepa no fue titular en un partido de la Premier el pasado sábado, contra el Leicester en el estadio King Power. Que salió en su lugar Willy Caballero, que suele estar bajo los palos en las dos copas inglesas, que hubo un empate a dos y que el veterano argentino no deslumbró.

Lampard explicó así el cambio: «Es mi decisión y creo que con los porteros no la tomas a la ligera por lo que significa. Se llevan muy bien y trabajan juntos cada día con dureza, pero sentí que tenía que hacerlo en este partido. Confío en Willy, se entrena muy bien, es un gran profesional. Confío en ambos, pero es una decisión para hoy».

El exinternacional inglés, ídolo también de los hinchas del Chelsea, daba un toque de atención a su portero titular. Diez días antes, en Stamford Bridge, había encajado el gol del empate contra el Arsenal, por un disparo no muy fuerte de Héctor Bellerín, que había subido por la banda derecha y con la vía cegada se fue hacia la esquina del área, y tiró a puerta, raso y al segundo palo.

El juicio sobre si Kepa debió rechazarlo o pararlo es tan abierto como sobre el gol del Newcastle que en el minuto 94 dejó al Chelsea con las manos vacías, tres días antes del empate en el derbi londinense. Un balón cruzado desde la banda izquierda, Kepa no sale de la línea de puerta, un remate de cabeza al suelo y el balón entra con el portero en su estirada tocándolo tardíamente con la palma del guante.

A Kepa Arrizabalaga se le juzga por el peso en el otro lado de la balanza de los 80 millones de cláusula que pagó el Chelsea por su marcha. Y, como le ha ocurrido a su rival en la portería de la selección española, David de Gea, la presencia en la Premier de Alisson en el Liverpool, Ederson en el Manchester City o Hugo Lloris en el Tottenham cuestiona quién es el mejor y cuál fue su precio.

Para demostrar que Kepa ha de ser vendido por el Chelsea, algunos comentaristas o hinchas exhiben la tabla con los porcentajes de paradas por tiros recibidos de los porteros de la Premier. Alisson es el primero (87%) y Kepa el último (53.6%), casi quince puntos por debajo de su porcentaje en la pasada temporada. Sugiere una depresión del vizcaíno o que esa forma de medir es tosca, o las dos cosas a la vez.

El Chelsea está en la cuarta posición de la tabla. Es también cuarto en la liga de equipos más goleadores, pero empatado en la novena plaza en la de menos goleados. ¿Todo culpa de Arrizabalaga? El Chelsea que le fichó, el de Maurizio Sarri, compacto en ataque y en defensa, es distinto al de Lampard, que deja más espacios al rival. Y el entrenador ha cambiado a menudo el dibujo y el personal en la defensa.

Sancionado con una prohibición de fichajes en el verano, y regresado a Italia el cuerpo técnico de Sarri, el club no pudo mejorar su defensa y encomendó al portugués Henrique Hilario la tarea de entrenar a los porteros. Fue tercero de la lista en la época de Peter Cech y Carlo Cudicini, ambos ahora también en la dirección técnica del club. Muchos exporteros con mando en un club que duda sobre su titular.

Para Craig Hope, del 'Daily Mail', Kepa es «como el primerizo De Gea pero sin las paradas». El madrileño pareció asustado tras su aterrizaje en Mánchester por la agresividad del fútbol inglés y sus balones altos. Sus reflejos y rechaces con los pies avalaron la paciencia de Alex Ferguson. Pero parece injusto decir que Kepa no ha hecho grandes paradas desde su llegada a Londres o esta misma temporada.

Henry Winter, cronista de 'The Times', cree que Lampard ha tomado su decisión más llamativa al frente del club para provocar una reacción del ex del Athletic, porque Caballero no es un sustituto realista. Seb Stafford-Bloor escribe en la revista 'FourFourTwo' (CuatroCuatroDos) que Kepa padece una mal de «pasividad», cuyo síntoma sería «el paso atrás que da en saques de esquina, tiros libres o balones cruzados».