Rusia se ve en lo más alto tras eliminar a España

A ella no le apasiona especialmente el fútbol, pero se ha puesto una peluca con los tres colores de la bandera nacional rusa y reconoce que el encuentro del domingo contra España «fue muy emocionante». Él, por su parte, asegura que «cuando Dzyuba metió el gol de penalti empecé a pensar que teníamos posibilidades y cuando la cosa llegó a la tanda de penaltis algo por dentro me dijo que ganaríamos nosotros». Arkadi y Tatiana son de Perm y están pasando sus vacaciones en Moscú aprovechando el Mundial. El partido lo vieron en un bar.

La prensa rusa subrayaba el lunes el «histórico éxito» obtenido por la selección rusa ante la española, conjunto que reconocen superior «en casi todo». En declaraciones al rotativo Sport Express, el vicepresidente de la petrolera Lukoil y presidente del Spartak, Leonid Fedún, sostiene que «si alguien antes del partido hubiera dicho que ganaríamos a España lo hubiesen considerado un loco». Para el diario Kommersant, la victoria ante España «abre la posibilidad de que Rusia llegue aún más lejos», ya que se estima como algo muy factible una victoria ante Croacia, selección con la que Rusia deberá medirse el próximo día 7 en Sochi en cuartos de final.

Y es que los rusos continúan soñando. Prácticamente todas las publicaciones deportivas locales y los comentaristas coinciden en señalar que éxito de Rusia frente a España fue su «muro defensivo» y, sobre todo, el guardameta Igor Akinfeev, el verdadero artífice de la victoria al detener varios balones en los 120 minutos de partido y sobre todo, los efectuados por Koke y Iago Aspas durante los penaltis. Según Mario Fernandes. jugador de la selección rusa de origen brasileño, el esquema defensivo se mantendrá probablemente idéntico frente a Croacia, al tiempo que, según declaró el domingo junto a los vestuarios, «trataremos de mejorar en ataque».

El domingo por la noche, a las calles de Moscú salieron decenas de miles de aficionados para celebrar el triunfo ante el equipo de Fernando Hierro. Las bocinas de los coches se escucharon hasta altas horas de la madrugada. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, llegó a decir ayer que los festejos tras el choque con España «se asemejaban en muchos aspectos» a los que tuvieron lugar tras la victoria de la URSS sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. «Claro, en este caso estamos hablando de la celebración de una victoria deportiva, no de una guerra», matizó Peskov.

Desde que comenzó el Mundial la afición rusa y la opinión pública del país en general han atravesado momentos muy distintos, desde la desconfianza en un principio por la falta de victorias de la selección, pasando por la euforia total tras ganar a Arabia Saudí y Egipto y la zozobra por la derrota ante Uruguay. El triunfo obtenido ante España les ha vuelto a insuflar optimismo y se creen capaces de ganar también a Croacia. La polémica, no obstante, continúa en torno a la figura del presidente ruso, Vladimir Putin, que no estuvo el domingo en el palco de Luzhniki y privó de su compañía al Rey Felipe VI. Peskov dijo el lunes que el primer mandatario del país probablemente tampoco asistirá al encuentro con Croacia, actitud que está siendo activamente comentada en las redes sociales en tono reprobatorio.