Croacia-Dinamarca: la eliminatoria de los metrónomos

Luka Modric tomó el vuelo de Londres a Madrid. El Tottenham se sintió huérfano hasta que apareció un danés que provenía del Ajax. Con 27 años ha subido el escalón que le adentra entre los cracks mundiales. Los grandes transatlánticos le han echado el ojo. Ambos tienen muchísimas similitudes. En este Mundial, además, ocupan una posición similar, cerca del último pase. Modric ha dado unos pasitos hacia adelante con su selección. Argentina sufrió al que está siendo una de las sensaciones en Rusia. Marcó dos goles con un juego elegante y siempre práctico.

Son los líderes de unas formaciones que buscan acercarse a sus mejores posiciones en una Copa del Mundo. Croacia llegó a semifinales en Francia 98 con mitos como Robert Prosinecki, Zvonomir Boban o Davor Suker, mientras a Dinamarca sólo le pudo parar Brasil en cuartos de final. Los daneses se mostraban con la figura de Michael Laudrup, acompañado de su hermano Brian o el guardameta Peter Schmeichel. Veinte años después es su hijo Kasper quien ocupa la portería. Por cierto, el guardameta del Leicester City no quiere ni oír hablar de comparaciones. Huye de cualquier comentario acerca de su padre. Sólo se ha manifestado sobre Croacia: «Es un equipo fantástico, con un gran centro del campo. Tenemos que estar muy preparados para ganar. No es una sorpresa que Croacia esté ahí».

Y que el equipo balcánico llega inmaculado. Ha ganado a Nigeria, ha vapuleado a Argentina y ha superado con la segunda unidad a Islandia. El seleccionador Zlatko Dalic tomó una decisión que ha resultado clave. Situó a Brozovic junto a Rakitic en la sala de máquinas para dar libertad a Modric. A sus 33 años ansía ya una alegría con su selección, henchido de éxitos con su club. Hasta ahora siempre ha tropezado en piedras inesperadas. Ha llegado su momento. Siempre discreto, se agranda con el balón en los pies. No abusa del control y busca siempre la mejor opción. No falla. Palabra de Luka.

Croacia llega a octavos de final sin bajas y con muchísimos de sus jugadores descansados. De los titulares sólo Modric fue titular ante Islandia, un partido sin demasiadas exigencias. Dinamarca ha tenido que aumentar las pulsaciones para continuar en Rusia. Ganó por la mínima a Perú y cosechó sendos empates frente a Australia y Francia. La selección, que ya dio la campanada con la victoria en la Eurocopa de Suecia de 1992, busca ahora otro camino hacia la gloria. «Estamos escribiendo nuestra historia. Pienso sobre cómo jugar para seguir. Croacia es un equipo que puede presionar duro o menos duro. Además, defienden y atacan bien. Tienen muy buenos pasadores», ha declarado el seleccionador Age Hareide, que destaca el juego coral de Croacia: «No sólo tienen a Modrid, también está Mandzukic, Perisic, Rakitic... tienen buenos futbolistas. Modric es magnífico, juega en un gran club y es importante, pero hay que vigilar a todo el colectivo». Sobre la comparación con Eriksen, el técnico se relame. «Modric es estupendo. Da pases hacia cualquier lado, largos, cortos, muy precisos. Por eso juega en el Real Madrid. Eriksen ha hecho una fase de clasificación estupenda y ahora ha dado una asistencia y un gol. El duelo con Modric será interesante y bonito para los aficionados. Son dos magníficos jugadores», asegura.

Hareide recupera a Yussuf Poulsen, que se perdió el último choque de la fase de grupos por tarjetas, pero tiene la duda de Kvist por una lesión en las costillas. Pero nada duele cuando la recompensa es meterse en cuartos de final de un Mundial e imitar a la generación mítica de Michael Laudrup o la poterior que se alzó con el título continental tras disputar la competición por la exclusión de Yugoslavia.