El cántabro Victoriano Sánchez Arminio, histórico exárbitro de nivel internacional y expresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) desde 1993 hasta 2018, ha fallecido este domingo los 80 años de edad a causa de un cáncer de pulmón por el que estaba ingresado en el ... hospital desde hace dos semanas.
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Debutó como colegiado en la temporada 1976-77 y estuvo en Primera División durante 13 campañas, en las que dirigió 149 encuentros. Después, fue presidente del colectivo arbitral durante 25 años y persona de máxima confianza del expresidente de la Federación Española de Fútbol (FEF), Ángel María Villar. Antes había sido miembro del Comité de Designación arbitral.
En los últimos meses, su nombre había vuelto a salir al primer plano a raíz del estallido del 'caso Negreira', por el que supuestamente el Barça pagó más de siete millones de euros por la obtención de informes arbitrales al exnúmero dos de Sánchez Arminio al frente de los árbitros. Un asunto que investiga actualmente la Fiscalía Anticorrupción.
Tras la salida de Villar del máximo organismo del fútbol español en diciembre de 2017, cuando el Tribunal Administrativo del Deporte le destituyó definitivamente del cargo en el que estaba inhabilitado por su implicación en el 'caso Soule', Sánchez Arminio tuvo que irse y fue relevado por el madrileño Carlos Velasco Carballo, que más tarde fue reemplazado a su vez por Luis Medina Cantalejo.
«Se ha ido una persona que nos ha ayudado mucho a llegar donde estamos, descanse en paz, un abrazo y un beso a toda la familia», subrayó el actual máximo dirigente del estamento arbitral al conocerse la luctuosa noticia de la muerte de uno de sus antecesores y figura clave para el desarrollo y crecimiento de los árbitros en España.
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Sánchez Arminio uno de los trencillas más destacados de su época, hasta el punto de que apenas un año después de debutar en la élite se convirtió en árbitro internacional y tres años después fue nombrado colegiado FIFA. En 1986 representó a España en el Mundial de México por elección federativa.
Se da la circunstancia de que el cántabro estaba imputado en la investigación de la Audiencia Nacional a la anterior cúpula de la FEF por el presunto desvío de fondos de 7,9 millones de euros dentro del 'caso Soule'. No obstante, se acogió a su derecho a no declarar ante el juez hace poco más de un mes.
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