Morante guía al Madrid con un gol a las semifinales de la Youth League

Tras la prueba de fuerza ofrecida en los cuartos de final contra el Juventus, cuando triunfó 3-1 pese a jugar con diez desde el minuto doce, el Madrid presentó su candidatura para conquistar el torneo, que nunca ha ganado en su historia, con una nueva prestación sólida y madura.

Este miércoles el cuadro de Raúl se midió con el Inter de Armando Madonna, que doblegó 1-0 al Rennes en octavos y que acabó como líder una difícil fase de grupos en la que se vio las caras con el Barcelona, que acabó colista, el Borussia Dortmund y el Slavia Praga.

El Madrid se adueñó del balón e intentó jugar con calidad desde la defensa, aunque el partido estuvo marcado por la agresividad del conjunto italiano, con hasta cuatro tarjetas, tres para el Inter y una para el Madrid, en los primeros veinte minutos.

El 0-0 resistía al descanso, con el meta Luis López que evitó la ventaja interista con una gran parada tras una peligrosa desviación de Sergio Santos y Arribas que rozó la ventaja madridista con un disparo acabado fuera tras una gran asistencia de Latasa.

Los chicos de Raúl aumentaron la presión en la reanudación, pero el gol seguía sin llegar. Arribas y Marvin perdonaron con dos cabezazos acabados fuera y ni siquiera una pena máxima fue suficiente para romper la igualdad. Víctor Chust se encargó de transformarla en el 58, pero el meta Pozzer consiguió oponerse.

Pero en esa misma acción el interista Franco Vezzoni fue expulsado por doble amarilla y eso sí complicó el trabajo del equipo de Madonna.

Seis minutos después, una espectacular acción empezada por Miguel Gutiérrez acabó con un centro de Arribas que Marvin remató para dar una merecida ventaja al conjunto madridista.

Creció el Madrid y a falta de quince minutos para el final, Arribas volvió a ser decisivo. Encaró al meta en un mano a mano y fue derribado claramente por Kinkoué, lo que supuso es segundo penalti del día. Esta vez fue Gutiérrez el encargado de transformar la pena máxima y no perdonó a Pozzer.

El gran partido de Arribas culminó en el 83, cuando colgó otro perfecto centro para que Morante, con un cómodo cabezazo, enviara al Madrid a las semifinales.