Maryame Atiq: del Veguellina CF a la selección de Marruecos con un objetivo, «el Mundial»

La central juega actualmente en el Unión Viera, en Segunda Federación Femenina, pero tiene una amplia trayectoria. «Yo empecé en el fútbol base en el Veguellina CF con todos mis compañeros de clase» recuerda, con apenas siete años, «me pasaba todo el día jugando al fútbol y como todo niño veía los partidos por la televisión y quería ser una de ellos» afirma sobre sus comienzos. Tras varias temporadas en «el club de su vida» pasó por otros equipos leoneses como la Unión Valdornesa para, después dar el salto a los conjuntos más destacados de la comunidad. Aportó su 'granito de arena' en el ascenso del San Pío X y compitió en categoría nacional con el Parquesol la temporada pasada.

«En cada club que he formado parte he intentado dar el 100% de mí. No concibo ir a medias. El fútbol se siente». Quizá por eso ha llegado a donde está. A debutar con la selección marroquí. Algo con lo que «siempre soñó».

El momento en el que se enteró de que había sido convocada será algo que le costará olvidar. «Cuando recibí la notificación no me lo creía, por mi cabeza solo pasaba la idea del trabajo y el proceso que pasé hasta que me llamaron».

Se unió a su selección en Marbella para disputar los partidos amistosos de preparación para el Mundial Femenino que se celebrará durante los meses de julio y agosto de 2023 en Australia y Nueva Zelanda.

El 11 de noviembre será una fecha difícil de olvidar para Maryame, que disputó sus primeros minutos con Marruecos. La jugadora debutó en su primer amistoso en el minuto 75 y consiguió la titularidad para el segundo contra Irlanda. El partido acabó 4-0 con derrota para las de Reynald Pedros, aunque Maryame pudo aportar su «seguridad y agresividad en la defensa» que es lo que siempre la ha caracterizado en el campo.

Ya desde casa y con más tranquilidad Maryame valora su paso por la selección como «el sueño de su vida» y solo piensa en «mejorar todos los aspectos para poder tener más oportunidades». Ha sido una «recompensa al trabajo y un empujón para no parar de luchar por lo que uno quiere» añede, y se acuerda también de quienes siempre han estado ahí: «también es una recompensa para mis padres por todo el proceso que hemos vivido durante estos años, donde me han apoyado en los momentos buenos, y no tan buenos, para que siga cumpliendo mis objetivos».

«Trabajo, intensidad y profesionalidad en cada entrenamiento, en cada ejercicio...» es lo que se lleva Maryame de estas semanas en las que «cada día ha aprendido algo nuevo» y sobre todo en las que ha trabajado dura, «ahí nadie regala nada» se enorgullece.

«Un orgullo» ha supuesto para ella defender los colores de su país y la ilusión de volver a hacer, porque espera que esto solo sea un anticipo, aunque «hablar de Mundial son palabras mayores» siendo sincera por su cabeza solo pasa una cosa: «objetivo Mundial».