Rubiales pide al TAD el archivo de su expediente para no acudir a la justicia ordinaria

«El fugaz beso (no en la boca sino) en los labios, fue consentido, y quien diga lo contrario, está faltando a la verdad. Todo lo expuesto por mí hasta la fecha ha sido mi única versión y así será. Las pruebas visuales, conductuales, incluso las declaraciones espontáneas de ambas partes tras lo sucedido, así lo indican», ha insistido ante la Fiscalía Rubiales, que denuncia el «linchamiento» al que a su juicio está siendo sometido, al ser acusado de agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso y su entorno.

«Ha habido una teatralización bestial» por varios factores, según Rubiales. «Uno, que cometí un error. Dos, que iban a por mí desde hace tiempo. Tres, que le vino muy bien a algún sector radicalizado de la política española. Cuatro, que este asunto constituía, sin duda, un filón mediático», lamenta el expresidente de la FEF, que incluso ve una «coincidencia caprichosa» en el número de su expediente, el 155, con el artículo de la Constitución que aplicó el Gobierno en 2017 en Cataluña, tras la declaración de independencia por parte del Parlament.

Este martes declararán como testigos ante el juez que instruye el 'caso Rubiales' el exdirector de gabinete del expresidente de la FEF, José María Timón, el psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo, y el responsable de 'compliance' del equipo, Javier Pujol. Para el jueves han sido citados, también como testigos, el presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, Rafael del Amo, y la futbolista Laia Codina. También declarará ese día un testigo que presenció la conversación mantenida entre el entonces seleccionador Jorge Vilda y el hermano de la jugadora, Rafael Hermoso, en el avión de regreso a España desde Australia.

«Si la pregunté antes ¿cómo no la voy a respetar?», respondió Rubiales ante el juez Francisco de Jorge a la pregunta de si consideraba que había respetado a Jenni Hermoso al besarla en la boca. El exdirigente granadino incluso aseguró que tras el incidente durante la entrega de trofeos del Mundial la futbolista madrileña «se fue muerta» y le dio «dos cachetes en el costado». Rubiales insiste en que su beso fue una «muestra de afecto» que se produjo «de forma natural» y que fue consentido por la jugadora, lo que niega Jenni Hermoso.