Yuri mete la pata y condena a la Ponferradina

Comenzó el encuentro con ambos equipos muy activos y reactivos. Los dos conjuntos apostaban por atacar a tumba abierta, lo que propició los contraataques desde los primeros compases del partido. La primera gran ocasión cayó del lado de la Ponferradina en el minuto 11, con una buena jugada dentro del área por parte de Yuri, el cual logró revolverse con una bicicleta y sacó un disparo con pierna izquierda que tuvo que ser despejado a saque de esquina por el guardameta visitante, Álvaro Vallés.

El primer contratiempo para la Deportiva llegó en forma de lesión. Moi Delgado, el lateral izquierdo local, tuvo que ser sustituido por Ricard Pujol después de no lograr recuperarse de un golpe. Curiosamente, Pujol debutó gracias a esta coyuntura, puesto que hasta ahora no había disputado un solo minuto en la temporada. Por lo demás, la formación blanquiazul aguantaba en un bloque medio (4-2-3-1) e intensificaba la presión cuando los canarios se acercaban a su propia medular.

Y cuando parecía que el partido había entrado en un periodo de pausa tras el cambio, llegó el gol de Las Palmas y la expulsión de Yuri, un castigo doble de una dimensión enorme para los bercianos. Primero el gol: Una rápida pared entre Suárez y Jiménez concluyó con un centro al área que no logró despejar con solvencia Amir, rebotó en Florín Andone y se coló en la portería. Se pitó fuera de juego, pero el VAR rectificó el error del línea. Asimismo, en esa misma jugada, en un intento por defender la ocasión, Yuri extendió la plancha de su pierna izquierda y acabó pisando el pie de Jiménez a la altura del talón de Aquiles. Un acción sin intención, pero lo suficientemente peligrosa para ser sancionada con roja. Para más inri, minutos después las protestas del entrenador local, José Gomes, le costarían también la expulsión.

A partir de ahí el partido se enturbió. Las interrupciones eran constantes y el juego de ambos conjuntos se resintió bastante. La Ponferradina decidió bajar ese bloque medio y apostó por los contraataques con uno menos, mientras que Las Palmas apostó por contemporizar y priorizar un juego de pase un tanto estéril, sin una clara intención de agredir la portería de Amir.

El árbitro dio siete minutos de añadido, pero ni por esas se vio fútbol en lo que restaba de primera parte en El Toralín. Los jugadores de la Ponferradina seguían muy calientes por haber sufrido gol y expulsión en la misma jugada y buscaban enfrentamientos constantes con sus rivales. Las Palmas, conscientes de que la pérdida de tiempo les favorecía, no rehusaban a ninguna provocación. Lo dicho, en los últimos 20 minutos de partido se vivieron más encaramientos que disparos a puertas.

A la salida del descanso Las Palmas decidió que era hora de cerrar el encuentro e hizo valer su superioridad para realizar 15 minutos de dominio absoluto. El líder de Segunda División tocaba a derecha a izquierda y filtraba balones al área con facilidad. Solo la mala puntería de sus atacantes impidió poner el punto y final al encuentro en el arranque de la segunda parte. Mención especial para Jiménez, que además de trenzar la jugada del gol y provocar la roja de Yuri, era el jugador más desequilibrante desde la banda derecha. Pujol no pudo tener peor pareja de baile en su debut con la camiseta de la Ponferradina.

Intentó mover el avispero José Gomes -o su segundo, ya que el luso se encontraba en el palco tras su expulsión- dando entrada a Espiau y Agus Medina en el minuto 59 por Ojeda y Sabit. Lo cierto es que la Ponferradina perseguía sobras, adoleciendo en demasia su inferioridad numérica, y Las Palmas dominaban el balón un 80% del tiempo. La mejor noticia a falta de 20 minutos para que se cumpliese el 90, y después de que Loiodice fallase un disparo desde la frontal del área, es que el partido solo estaba 1-0.

La Ponferradina, acostumbrada a los milagros de última hora, no pudo acometer una de esas gestas a las que nos tiene acostumbrados. Entraron Derik y Tavares por Nwakali y Naranjo en el minuto 74. La intención era echar toda la carne en el asador, pero el equipo estaba desfondado por haber jugado casi todo el encuentro con un jugador menos y no lograba encadenar apenas tres pases seguidos, mucho menos producir jugadas de peligro de forma continuada. Se desgañitaba José Gomes desde las gradas de El Toralín, pero sus jugadores no podían hacer nada más.

La segunda parte fue un clínic por parte de Las Palmas de cómo conseguir que no pasara nada. Apenas si hubo ocasiones de ninguno de los dos equipos. El balón era de los amarillos y los blanquiazules corrían detrás de él. Acabó todo con el 0-1 que había roto el partido, con Las Palmas más líder de La Liga SmartBank y con la Ponferradina tocada por no haber ni siquiera haber podido pelear el encuentro.