La razón por la que la Ponferradina echa a David Gallego

Lo cierto es que los números de Gallego al frente de la Ponferradina dejan mucho que desear: 18 puntos en 19 jornadas, 10 goles anotados y 17 encajados. Un pobre bagaje de tres victorias, nueve empates y siete derrotas que colocan a la escuadra berciana con pie y medio en la Primera RFEF, aquella que no pisa desde hace cinco temporadas. De hecho, por aquel entonces todavía conocíamos a la división de bronce como Segunda B.

En el debe de David Gallego queda el apartado ofensivo, el cual le ha sido criticado duramente por buena parte de la afición. El de Súria apostó por un estilo eminentemente defensivo, basado en el bloque bajo y apostando por el contraataque como principal arma para agredir a las zagas rivales. Este cambio de tercio respecto al juego de José Gomes, cuyo espíritu se fundamentaba más en la posesión del balón, tuvo sus frutos en lo que se refiere a los goles encajados -el equipo pasó de encajar 1,4 goles por encuentro a 0,5-, pero el ataque se convirtió, en muchos momentos, en inexistente.

La estadística de goles anotados de ambos periodos, el de Gomes y el de Gallego, nos da buena cuenta de ello: la Ponferradina anotó 17 goles en 16 jornadas con el técnico portugués y 10 en 19 choques con el preparador español. Casualidad o no, la directiva blanquiazul ha decidido rescindir al catalán tras no conseguir ver puerta por tercer partido consecutivo (Miandés, CD Lugo y Leganés), dos de ellos disputados en El Toralín.

Sea como fuere, la Deportiva se enfrenta ahora a su situación más complicada desde que ascendiese hace casi cuatro años. El equipo está a seis puntos de la salvación. Por delante tiene a Racing con 41 puntos, Mirandés con 42 y Leganés con 43. Dos de esos tres equipos han visitado Ponferrada en las últimas tres jornadas. Haber sumado victorias ante ellos podría haber supuesto la diferencia tanto para el equipo como para David Gallego. Ya nunca lo sabremos.

Por delante restan siete jornadas ante rivales directos como Oviedo o Málaga, pero también ante equipos que están peleando por entrar al playoff de ascenso como Burgos, Huesca y Albacete. Los de la capital de El Bierzo necesitan que el entrenador que venga -Juanfran parece el mejor colocado- de un giro de timón de 180 grados que permita lo que ya parece una entelequia: vivir un año más en la categoría de Plata.